Tres personas murieron y una se encuentra desaparecida por una fuerte explosión ocurrida ayer que derribó las plantas superiores de un edificio del centro de Madrid, debida a un incidente durante la reparación de una caldera, señalaron las autoridades.
"Se confirma que ha sido una explosión de gas, parece que estaban reparando la caldera" del edificio, indicó el delegado del gobierno español en la región de Madrid, José Manuel Franco, a la televisión pública TVE.
Según el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, los fallecidos son una mujer de 85 años, un varón que todavía no se pudo precisar la edad y una tercera persona que se encuentra bajo los escombros. Además, hay once personas heridas, al menos una de ellas de gravedad, indicó la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.
La explosión causó graves daños en el edificio de seis plantas, perteneciente a una parroquia y ubicado junto a una residencia de ancianos y una escuela en las que, a pesar de los temores iniciales, no se deben lamentar víctimas.
En varias plantas del inmueble, ubicado en la calle Toledo, la fachada saltó por los aires y apenas quedó en pie la estructura del edificio. Una columna de humo salía del interior, mientras los bomberos trataban de apagar las llamas, constató un periodista de AFP.
Decenas de vehículos de emergencias se desplazaron a la zona, llena de cascotes y escombros, y los servicios de emergencias médicas levantaron una carpa amarilla para atender a los heridos de la explosión que causó terror en los vecinos.
"Estábamos en casa y vimos temblar nuestras ventanas y todo el edificio que movió", dijo a AFP Simona Garufi, una mujer de 45 años que vive a 600 metros de la explosión.
"Sonó como una explosión. Todo el mundo abrió sus ventanas y miró hacia afuera. El ruido fue muy, muy fuerte", explicó Lorenzo Fomento, un comerciante de 43 años italiano que estaba trabajando desde su casa cercana al lugar.
Valentín Moreno se encontraba a cien metros del lugar cuando escuchó "una explosión muy grande". "Creí que era una bomba, pero parece que fue una explosión de gas", indicó este agente de ventas de 48 años.
La capital española se está recuperando todavía de una histórica nevada caída hace casi dos semanas, seguida por una ola de frío glaciar que ha dificultado la retirada del hielo y la nieve todavía presentes en numerosas calles.