Joe Biden, presidente de EE UU, considera que su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, no debería recibir las informaciones de inteligencia que acostumbran a recibir los exmandatarios, debido a “su comportamiento errático”. Con estas declaraciones, pronunciadas en su primera entrevista como presidente en un canal de televisión, el mandatario demócrata va un paso más allá de lo que su Administración estaba debatiendo estos días, sobre la conveniencia de pedir consejo al respecto a los profesionales de la inteligencia.
“Sencillamente creo que no hay necesidad de que [Trump] reciba las sesiones informativas de inteligencia”, ha dicho Biden en la entrevista en la CBS. “¿Qué valor tiene darle esa información? ¿Qué impacto tiene él, aparte del hecho de que pueda escapársele algo algún día?”, dijo el mandatario.
En la entrevista, Biden se refiere al “comportamiento errático” de su predecesor, “no relacionado con la insurrección”, en referencia al asalto al Capitolio del pasado 6 de enero que protagonizaron hordas de seguidores que actuaron, según defenderán los demócratas en el juicio por el impeachment que se celebra la semana que viene en el Senado, incitados por Trump. La entrevistadora del programa, Norah O’Donnell, le preguntó a Biden por sus declaraciones, en el pasado, de que Trump representa una amenaza existencial, y el presidente Biden afirma que sigue creyéndolo.
Todos los presidentes abandonan el poder en posesión de secretos nacionales, desde los procedimientos para lanzar bombas atómicas hasta información sobre desarrollo armamentístico y operaciones de inteligencia. Durante sus años en la presidencia, Trump ha revelado información clasificada para atacar a sus adversarios o intimidar a otros gobernantes.
Eso, sumado al hecho de que no reconoce la legitimidad del nuevo presidente y a su resentimiento hacia un supuesto Estado profundo que habría conspirado para apartarlo del poder, hace que desde que se produjo el relevo en la Casa Blanca el pasado 20 de enero se hayan sucedido las voces de exfuncionarios y analistas que expresan su preocupación por la posibilidad de que Trump, de manera intencionada o no, revele información clasificada.