Exmonarca español paga 4,4 millones de euros por impuestos

El exmonarca de 83 años, que vive en el extranjero desde que la prensa reveló hace seis meses nuevas denuncias de faltas financieras, ya había saldado una deuda tributaria en diciembre

Una firma de abogados que representa a Juan Carlos dijo que el exmonarca español ha pagado casi 4,4 millones de euros (5,4 millones de dólares) a las autoridades tributarias en su intento más reciente de regularizar sus ingresos no declarados.

 

La revelación mereció un regaño a las “conductas incívicas” de Juan Carlos por parte del presidente del gobierno Pedro Sánchez, quien sin embargo expresó su pleno apoyo al monarca actual, el rey Felipe VI.

 

El exmonarca de 83 años, que vive en el extranjero desde que la prensa reveló hace seis meses nuevas denuncias de faltas financieras, ya había saldado una deuda tributaria en diciembre por donaciones encubiertas que recibió entre 2016 y 2018. En esa ocasión pagó 678,000 euros que incluyeron los intereses y una multa.

 

El abogado de Juan Carlos, Javier Sánchez-Junco, dijo en un comunicado el viernes que la deuda más reciente deriva de los pagos que la fundación privada Zagatka efectuó por cuenta del rey emérito para “determinados gastos por viajes y servicios”. Las “obligaciones tributarias (...) han quedado regularizadas”, dijo.

 

La fundación con sede en Liechtenstein pertenece a Álvaro de Orleans, un empresario y primo lejano de Juan Carlos, que ha reconocido públicamente haber financiado algunos gastos privados del exmonarca. Los pagos en especie están sujetos a impuestos bajo la ley española.

 

El diario español El País y el sitio web El Español, que dieron la primicia del nuevo acuerdo con el fisco, dijeron que la fundación pagó los vuelos con una empresa privada durante más de una década hasta 2018.

 

El abogado dijo en un comunicado que el pago de impuestos atrasados y “recargos” fue voluntario y que las autoridades de Hacienda no lo habían pedido. Dijo que el exmonarca ha regularizado sus obligaciones impositivas. Bajo la ley española, la confesión de ingresos no declarados y el pago de los impuestos atrasados permite a los infractores evitar que los acusen de un delito.

 

El exmonarca es objeto de investigaciones oficiales en España y Suiza por posibles delitos financieros, incluidos presuntos pagos para un contrato de un tren de alta velocidad en Arabia Saudí.

 

En agosto, Juan Carlos partió de España a Emiratos Árabes Unidos. Ha sido fotografiado en un hotel lujoso donde, según la prensa española, es huésped del príncipe Mohammed Bin Zayed.

 

El palacio real se negó a hacer declaraciones. El rey Felipe VI, que ascendió al trono tras la abdicación de Juan Carlos en 2014, se ha distanciado de su padre.

 

En declaraciones a la prensa en el palacio de gobierno, el presidente Sánchez dijo que el reinado de Felipe “ha marcado un antes y un después a favor de la ejemplaridad, de la transparencia, del buen uso de los recursos públicos”.

 

El actual rey tiene “todo mi apoyo”, dijo Sánchez.

 

Los escándalos de Juan Carlos han envalentonado a los que propician la abolición de la monarquía y profundizado la división en el gobierno encabezado por los socialistas. El socio menor de la coalición, el partido de extrema izquierda Unidos Podemos, ha pedido cambios en las leyes para reforzar la supervisión de la corona por el estado y el viernes exigió la revelación plena de las relaciones del exmonarca con la impositiva.

 

Sánchez reconoció que las revelaciones ensombrecen la imagen de Juan Carlos, pero no ponen en tela de juicio la monarquía como institución.

 

“Yo voy a mostrar el rechazo que la mayoría de la ciudadanía española frente a estas conductas incívicas”, dijo.

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