Una delegación gubernamental liderada por el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, visitó la frontera con México para evaluar cómo “mejorar” la respuesta de la Casa Blanca al auge en la llegada de indocumentados, especialmente de menores no acompañados, esto ocurre en el marco de terminarse las detenciones prolongadas de familias migrantes.
La Casa Blanca informó este domingo en un comunicado de la visita, en la que participaron el sábado 14 funcionarios del Gobierno del presidente Joe Biden, quien recibirá pronto un informe detallado sobre las conclusiones del viaje.
La delegación visitó un centro de la Patrulla Fronteriza y unas instalaciones de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, en inglés), la agencia responsable del cuidado temporal de los menores de edad indocumentados que llegan a la frontera sin la compañía de adultos y son detenidos por las autoridades migratorias.
Los asesores de Biden “conversaron sobre las necesidades de aforo dado el número de niños no acompañados y familias que están llegando a la frontera, y los desafíos complejos relacionados con la reconstrucción del sistema migratorio y de infraestructura fronteriza que ha quedado destripado” por la Administración anterior, indica el comunicado.
También evaluaron las “mejoras que deben hacerse para restaurar procedimientos seguros y eficientes con el fin de procesar y albergar a los menores no acompañados, además de reunirlos con su familia o tutores”, añade.
“Además, debatieron formas de asegurar el tratamiento justo y humano de los inmigrantes, la seguridad de los trabajadores (migratorios) y el bienestar de las comunidades cercanas, en un momento de pandemia global”, concluye la nota.
Aunque el Gobierno de Biden ha advertido que la frontera con México continúa cerrada y que no es el momento de tratar de llegar a Estados Unidos, el flujo de inmigrantes ha aumentado notablemente desde que el nuevo presidente llegó al poder en enero.
Más de 300 menores no acompañados por día han sido detenidos en las últimas semanas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Y esta semana, los agentes migratorios detuvieron en varias ocasiones a más de 4 mil indocumentados por día, casi el doble de las cifras que se registraban en enero, informa este domingo el diario The Washington Post.
Mientras, el Gobierno de Biden confirmó este viernes, en un documento judicial, su plan de acabar con las detenciones prolongadas de familias de inmigrantes indocumentados y limitar a un máximo de 72 horas el tiempo que pueden estar detenidos, en dos centros situados en Texas.
Aunque la mayoría de los adultos que llegan a la frontera son expulsados inmediatamente bajo el denominado “Título 42”, una medida amparada en la pandemia de COVID-19, a los menores y a algunas familias con niños se les permite entrar y solicitar asilo.
Eso ha aumentado la presión sobre las instalaciones del Gobierno que albergan temporalmente a menores no acompañados, que estaban al 94% de su capacidad esta semana, según fuentes del Departamento de Salud y Servicios Humanos, del que depende la agencia ORR, citadas por la cadena CNN.
En la visita a la frontera participaron, además de Mayorkas, la asesora de seguridad interna de Biden, Susan Rice; la viceasesora de seguridad nacional del presidente, Liz Sherwood-Randall; la directora de la oficina de asuntos intergubernamentales de la Casa Blanca, Julie Rodríguez, y la jefa de gabinete de la primera dama Jill Biden, Julissa Reynoso.
La Casa Blanca no aclaró qué puntos concretos de la frontera visitó la delegación, de la que también formaron parte, entre otros, el secretario interino de Salud y Servicios Humanos, Norris Cochran; la viceasesora de inmigración de Biden, Esther Olavarria; la directora de temas transfronterizos en la Casa Blanca, Kate Tobin, y la subdirectora de comunicación de la Casa Blanca, Pili Tobar.