Un total de 416 mujeres, actualmente privadas de la libertad en 17 penales de Veracruz, serán reinstaladas en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de La Toma, ubicado en el municipio de Amatlán de Los Reyes.
Esta medida deberá implementarla el gobierno de Veracruz en cumplimiento a la recomendación 54/2019, emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Lo anterior, tras concluir que las reclusas carecen de espacios dignos y de servicios específicos para purgar sus sentencias o enfrentar los juicios en su contra.
Hasta 2019, en México solo 14 entidades (de 32) contaban con un penal exclusivo para mujeres. Veracruz no solo carece de uno; además las calificaciones en sus 17 Ceresos (mixtos) no superan el siete, en una escala del 1 al 10. En 2018 incluso fue de 5.87.
Desde 2013, el gobierno del priista, Javier Duarte de Ochoa fue conminado a realizar políticas públicas en este rubro, mediante el “Informe Especial sobre mujeres internas en los centros de reclusión de la república 38/68 mexicana”.
Dicho informe, que fue retomado en la recomendación 54/2019, advierte que en la entidad “no hay un establecimiento penitenciario específico para mujeres, lo que representa una situación de vulnerabilidad para estas, y muestra, además, la ausencia de elementos básicos de habitabilidad, salud, trabajo, capacitación, educación y deporte”.
La CNDH elaboró una serie de entrevistas a reclusas en los penales de: Acayucan, Amatlán de los Reyes, Coatzacoalcos, Cosamaloapan, Chicontepec, Jalancingo, Huayacocotla, Ozuluama, Pánuco, Papantla, Poza Rica, San Andrés, Tantoyuca, Tuxpan, Xalapa y Zongolica.
En estos Ceresos, Veracruz alojaba, hasta 2019, a 6 mil 362 personas, de las cuales el 94. 33 por ciento eran hombres y solo el 5.66 por ciento mujeres. Solo tres penales jarochos tuvieron calificaciones aprobatorias: Coatzacoalcos (6.04), Papantla (6.18) y Xalapa (6.38).
Hasta 2019 había 365 mujeres en prisión (215 sujetas a proceso y 150 que cumplían una sentencia). De ese total, 48 eran madres de familia y convivían con hijos e hijas en condiciones que no garantizaban sus derechos a la reinserción social, acceso al trabajo, capacitación y deporte.
Además, la recomendación de la CNDH advierte que los penales son dirigidos y administradas en una abrumadora mayoría de hombres, lo que también priva el derecho de las internas a ser vigiladas por mujeres.
Revisiones físicas del personal de la CNDH reportó que no hay espacios en las áreas femeniles destinados para cocina, comedor, talleres, servicio médico, aulas, biblioteca, patio, instalaciones deportivas, zonas para visita por locutorios, familiar e íntima.
Ante estas condiciones de sistema penitenciario de Veracruz, el organismo autónomo solicitó al gobierno estatal invertir en un centro específico para mujeres o, en caso de que no pueda realizarse esa acción, considerar la existencia de dos direcciones en los denominados centros mixtos para que se cuente con una separación total entre las mujeres y hombres privados de la libertad.
Autoridades estatales confirmaron que el lugar donde serán trasladadas 416 mujeres es Amatlán de los Reyes. Esta noticia, que se difundió en días pasados, desató rumores sobre lo que acontecerá en ese edificio, con una capacidad de más de mil personas.
El penal de mediana seguridad será dividido en su totalidad y comenzará a funcionar en los próximos meses. Un espacio será destinado solo a mujeres. En consecuencia, las internas de los otros 16 penales de la entidad serán reinstaladas en La Toma.
Con ello queda descartada la versión de que los hombres internos en el penal de Amatlán serían trasladados a otros de la entidad o de máxima seguridad en la entidad.