Esperaban "su turno" para ser descuartizados

Antes de la llamada al 911, dos de las víctimas ya habían sido desmembradas y sus restos repartidos en bolsas negras que los asesinos ocultaron en el baño. Los demás estaban distribuidos en una recámara: siete hombres y una mujer que no pasaban los 35 años

Una llamada de emergencia evitó una masacre dentro de una casa de seguridad en Xalapa. Ocho personas -semidesnudas y esposadas- esperaban sentadas sobre un piso de azulejos su turno para ser asesinadas. Otras dos ya habían muerto. 

 

Eran las tres de la tarde del pasado 20 de enero, cuando autoridades estatales fueron alertadas sobre ruidos extraños, reportados en el domicilio número 20 de la calle Vinazco. 

 

Se trataba de una vivienda de dos niveles, de paredes blancas y un imponente portón de aluminio galvanizado, que en realidad se ubicada muy cerca de la avenida Murillo Vidal, una de las más transitadas en la capital de Veracruz. 

 

Antes de la llamada al 911, dos de las víctimas ya habían sido desmembradas y sus restos repartidos en bolsas negras que los asesinos ocultaron en el baño. Los demás estaban distribuidos en una recámara: siete hombres y una mujer que no pasaban los 35 años de edad. 

 

Las víctimas fueron esposadas, atadas de los pies con trapos y vendados de los ojos. En el piso color blanco había manchas de sangre y de lodo que se mezclaron con las pisadas de los plagiarios. En esas condiciones las ocho personas presenciaron el arribo de policías y un enfrentamiento que se prolongó por más de 20 minutos. 

 

Vecinos de la calle Vinazco y barrios aledaños, la mayoría de estrato social medio, se resguardaron debajo de camas y mesas; con las puertas bajo llave. Algunos registraron con sus celulares el fuego cruzado desde sus balcones y azoteas, donde al menos uno de cinco presuntos secuestradores murió, de acuerdo con reportes oficiales. 

 

El enfrentamiento paralizó Xalapa y requirió la presencia de más de 40 patrullas, unos 70 policías (estatales, federales y municipales), paramédicos y detectives de la Fiscalía General del Estado (FGE); incluso del secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado. 

 

El saldo aquella tarde fue de siete personas muertas -cinco presuntos secuestradores y dos víctimas que habían sido privadas de la libertad- ocho personas liberadas y cuatro presuntos delincuentes detenidos.

 

Detenidos, ligados al Cartel de Jalisco; ya fueron vinculados a proceso 

 

Tras nueve días del enfrentamiento, fueron reveladas las identidades de los cuatro detenidos en la casa de seguridad de Murillo Vidal. Todos, refirieron autoridades ministeriales, ligados al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), algunos con domicilio en Xalapa, el puerto de Veracruz y el estado de Puebla. 

 

Se trata de Paul “N”, Omar Enrique “N”, Samuel “N”, alias “El Flaco” o “Mafer” y Óscar de Jesús “N”, apodado “Cannabis” o “Libra”. 

 

Este 29 de enero, la Fiscal general del Estado (FGE) informó durante la Mesa Estatal de Coordinación para la Construcción de la Paz, que tres de ellos fueron vinculados a proceso por el delito de secuestro agravado, dentro del proceso penal 23/2021. 

 

Paul “N”, Omar Enrique “N” y Samuel “N” permanecerán en el penal de Pacho Viejo, en Coatepec, luego de que un juez de control les fijara la medida cautelar de prisión preventiva por dos años. 

 

El cuarto, Óscar de Jesús, permanece hospitalizado y será hasta que reciba el alta médica cundo le ejecuten una orden de aprehensión por el mismo delito que sus cómplices. 

 

Aunque la defensa de los cuatro detenidos incorporó tres testimonios como datos de prueba ante el juez Gregorio Esteban Velasco Noriega, estos fueron desechados. El togado fijó seis meses de investigación complementaria para que la Fiscalía aporte pruebas en el juicio y busque una sentencia que puede superar los 60 años de prisión.​

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