Prestadores de servicios turísticos y montañistas nacionales y extranjeros violentan sistemáticamente la clausura que desde el pasado 23 de diciembre, decretó la Secretaría de Salud en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales como medida preventiva al Covid-19 para el acceso al Parque Nacional Pico de Orizaba.
De acuerdo a reportes de los habitantes y autoridades ejidales de las faldas del Pico de Orizaba, en la primera quincena de diciembre los montañistas abarrotaron la montaña de manera irresponsable y en su mayoría sin pagar el acceso estipulado por el Parque Nacional que es de 38 pesos por persona.
Ante la denuncia pública del descontrol en el acceso, estragos y contaminación, las autoridades determinaron el cierre del parque, sin embargo, los accesos de Atzizintla y Tlachichuca en Puebla y La Perla y Calcahualco en Veracruz reportan ingresos diarios de decenas de grupos suben a la montaña ante la falta de vigilancia por parte de las autoridades.
La demanda de ese servicio turístico se debe a que otras montañas de la región, como el Popocatépetl o Ixtaccíhuatl se encuentra también cerradas con la diferencia de que en ellas sí existe vigilancia para cumplir la disposición.
Ante el relajamiento, los prestadores de servicios de turismo de montaña de Orizaba, Puebla, Ciudad Serdán, Atzizintla, Tlachichuca y la Ciudad de México mantienen su ritmo de negocios sin amonestaciones por parte de la autoridad competente, con el ingreso de grupos a la montaña.
Regularmente, la temporada de invierno es la que reporta la mayor cantidad de ingresos al Pico de Orizaba por el atractivo de la nieve, pero en este año no se han reportado nevadas.
En las últimas 24 horas también reportaron incendios forestales con un saldo de decenas de hectáreas afectadas, principalmente zonas nuevas -árboles endémicos de menos de cinco años-, se presume que los siniestros son provocados por los asistentes que acampan y que de manera irresponsable dejan brasas o fogatas encendidas.
