No son únicamente las secuelas físicas queda el sufrimiento moral. En el juicio de los atentados de enero de 2015 que sacudieron a Francia, los sobrevivientes del semanario Charlie Hebdo relataron durante esta semana su difícil reconstrucción, marcada por "pesadillas" y "ataques de ansiedad".
Simon Fieschi, desarrollador web de la publicación satírica, perdió siete centímetros en el ataque. La causa se debió a una bala de Kalashnikov disparada a quemarropa por los hermanos Chérif y Said Kouachi que se alojó en su columna vertebral.