A Estados Unidos no le gusta la reforma eléctrica del Gobierno mexicano y, por ahora, se lo está haciendo saber en lenguaje diplomático. Sin entrar en polémicas, el embajador en México, Ken Salazar, ha reconocido este martes las diferencias entre ambos Ejecutivos. “Estamos viendo a ver si hay algunos caminos en que podamos llegar a una resolución. No sé si eso sea posible.