En una rueda de prensa para presentar los nuevos planes de su gobierno contra el Covid-19, el primer ministro británico, Boris Johnson, se encontró hablando de la rapera Nicki Minaj y de los testículos inflamados del amigo de su primo.
La superestrella estadounidense, de 38 años y originaria de Trinidad y Tobago, había afirmado a sus casi 23 millones de seguidores en Twitter que aún no se había vacunado contra el coronavirus y que estaba estudiando las vacunas.