Alrededor de 900 supervivientes del Holocausto murieron el año pasado en Israel a causa del Covid-19, publicó la Oficina Central de Estadísticas con motivo de Día Internacional en Recuerdo a las Víctimas, que se celebra hoy. En Israel residen 179.600 supervivientes, todos mayores de 75 años, un colectivo que ha registrado 5.300 casos de coronaviurs en 2020.
Más de 3.000 personas fueron reconocidas como víctimas de la persecución nazi el año pasado. En total murieron unas 17.000. La Oficina informó además de que el 74% nació en Europa, el 16% es originario de Marruecos, el 11% de Irak y el 2% de Argelia. Aproximadamente, el 40% llegaron a Israel en 1951 durante la primera ola migratoria, y más de un tercio en la última, durante los años 90 del siglo pasado.
Son varias las instituciones y los líderes mundiales que han tenido este miércoles un recuerdo para las víctimas en el 76 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau y que han expresado además su preocupación por el aumento del antisemitismo en Europa.
AUMENTO DE ODIO A LOS JUDÍOS
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, pidió ayer combatir las "teorías conspiratorias y la desinformación" porque fomentan los discursos antisemitas. "Me preocupa ver cómo aumenta el odio hacia los judíos, en Europa y fuera de ella", manifestó la presidenta del Ejecutivo comunitario antes de añadir que "los tiempos de la pandemia también han avivado las teorías conspiratorias y la desinformación, que a menudo fomentan los discursos antisemitas", precisó. "Asistimos a un preocupante aumento de la distorsión y la negación del Holocausto", lamentó la presidenta en la misma nota.
Asimismo, Von der Leyen subrayó que "ahora que los infundios conspiratorios se propagan en las redes sociales", es importante educar a las generaciones jóvenes contra el antisemitismo. "Según se propaga la desinformación, las autoridades, las plataformas sociales y los usuarios deben colaborar para velar por que no se distorsionen los hechos históricos, ni en las redes ni fuera de ellas". Además, lamentó que, debido a la pandemia, los sitios conmemorativos permanecen cerrados y que, por ello, se deben "encontrar nuevas maneras de recordar".
La Comisión evocó en la misma nota a "los millones de mujeres, hombres y niños judíos, así como a todas las demás víctimas, entre ellas cientos de miles de romaníes y sinti (una de la poblaciones gitanas de Europa), asesinados durante el Holocausto". "Europa prospera cuando su comunidad judía y otras minorías pueden vivir en paz y armonía", agregó la presidenta para anunciar que la Comisión presentará a finales de este año una estrategia que combata el antisemitismo y fomente la cultura judía en Europa.
No muy lejos del centro de llamadas, en una avenida apodada la “Calle de los Supervivientes”, un hogar acoge a 100 de ellos que se encuentran en la recta final de sus vidas y viven en apartamentos de la asociación. Allí pueden poner fin a su soledad y, en épocas sin pandemia, disfrutar. “Estamos acostumbrados a estar activos. Hay un club donde jugamos a las cartas, pero ahora todo está cerrado y todos se quedan en su casa”, lamenta Sara Leibovitz, de 93 años. “Es muy duro, nos aburrimos”.
Oriunda de Rumanía, esta mujer fue deportada siendo adolescente con su familia a los campos de Transnistria, donde vio a sus padres morir de tifus.
Las reglas de distanciamiento obligaron a cerrar el refectorio de la residencia, que tuvo que adaptarse para repartir las comidas. “Yad Ezer me da un techo, comida, ropa y todo lo que necesito”, agrega la mujer, cuyo rostro se ilumina al abrir una bolsa de plástico que le acaban de dar y que contiene un plato caliente.
“Es duro porque estamos solos, pero aquí tenemos la suerte de que cuidan de nosotros. Nos tienen en cuenta, nos respetan”, declara con voz cansada Haya Caspi, una superviviente rumana de 88 años, mientras espera que vengan a buscarla para ir a vacunarse contra el coronavirus.
El papa Francisco advirtió hoy de que es necesario recordar siempre el Holocausto "porque estas cosas pueden suceder otra vez", durante la audiencia general que, debido a la pandemia, se celebra sin fieles en la biblioteca del palacio apostólico. "Recordar es una expresión de humanidad, recordar es signo de civilización. Recordar es condición para un futuro mejor de paz y fraternidad. Recordar es necesario porque estas cosas pueden suceder otra vez", dijo el Pontífice. Y agregó: "Recordar es tener cuidado porque estas cosas pueden volver a suceder, comenzando con propuestas ideológicas que quieren salvar a un pueblo y terminando destruyendo a un pueblo y a la Humanidad. Atención a cómo empezó este camino de muerte, exterminio, brutalidad...".