Por Guadalupe Romero
Vivimos una emergencia sanitaria “con sesgo de género”, afirmó la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colin, presente en el cuarto webinar “Invertir en las mujeres”, parte del ciclo “Nueva Normalidad + solidaria, justa, feminista, local e igualitaria”, organizado por la Cepal y ONU Mujeres.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) planten que la sobrecarga de trabajo no remunerado que recae en las mujeres es un obstáculo para el logro de su autonomía.
La secretaria general de la Cepal, Alicia Bárcena, explicó que los países con mayor proporción de tiempo en esta sobrecarga de trabajo son Chile y México, por detrás de ellos están Argentina, Bolivia y Nicaragua. “En la región, las mujeres dedican más del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los hombres” lo que afecta directamente a las mujeres en hogares pobres.
La economía del cuidado es clave para una recuperación económica sostenible y se requerirá un pacto fiscal con enfoque en las mujeres para orientar recursos a la inversión, la creación de empleo y la inclusión digital y financiera, dijo la funcionaria.
También es necesario reforzar el financiamiento de políticas para las mujeres durante la pandemia en temas como servicios integrales de atención a la violencia de género, salud sexual y reproductiva, y un ingreso básico de emergencia a mujeres en situación de pobreza.
Según los últimos datos de Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) habrá 21 millones de mujeres desocupadas al cierre del año, 8 millones más que en 2019. “Más de la mitad de las mujeres ocupadas están en sectores de alto riesgo de ser afectados por la contracción económica, que se estima en 9.1 por ciento para 2020 en la región”.
De igual forma, alrededor de 118 millones de mujeres en la región se encontrarán en situación de pobreza este año (37.4 por ciento de las mujeres latinoamericanas), apuntó Bárcena.
Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres de México, recordó que “la pandemia ha traído múltiples consecuencias, muchas irreparables, y ha agravado desigualdades” que afectan a las mujeres, por lo que es importante que los Gobiernos y las empresas inviertan en las mujeres.
“Solo en México se estima que si se incorpora a las mujeres al mercado laboral en las mismas condiciones que los hombres se generarían más de 240 mil millones de pesos adicionales en la economía nacional, cada año”, aseguró Gasman.
En México, agregó la titular de la Secretaría de Economía, las mujeres tienen una altísima exposición al virus tanto por su gran participación en sector de la salud como en el sector informal.
También han sido afectadas por el cierre de escuelas y centros infantiles, ya que sobre ellas recae la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado, entre otros impactos.
Alicia Girón González, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, sostuvo que es el momento de “poner en el centro del plan de Gobierno a las niñas y mujeres”. A su juicio, es necesario un programa de pleno empleo para las mujeres para lograr su autonomía.
Urge avanzar en “inclusión financiera y digital y en las tres ‘r’: redistribuir, reconocer y reducir el trabajo no remunerado”, dijo Girón.
La tasa de pobreza en las mujeres, que crecerá a 37.4 por ciento, el nivel más alto desde 2005, lo que representará un incremento de 22 por ciento, con respecto a 2019 y que 118 millones de personas en esta situación. Las mujeres serán afectadas de forma proporcional por el aumento del desempleo, la pobreza y la sobrecarga de cuidados, especialmente en los hogares de quintiles más bajos, lo que implicará que la tasa de desempleo femenina alcance un nivel de 15.2 por ciento, un aumento de seis puntos porcentuales, respecto a 2019.