La Caravana Nacional por una Vida Digna para los Pueblos Indígenas salió este jueves del puerto de Acapulco, Guerrero, organizada por al menos 200 integrantes del Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata –parte del Consejo Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno (CNI-CIG)–, del Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos y de la Organización Campesina de la Sierra del Sur.
Además, participaron representantes estudiantiles de varias normales rurales del país.
Esta movilización, tiene la finalidad de buscar una mesa de trabajo con el mandatario López Obrador en la Ciudad de México, se pidió también a la administración federal que le de atención a las necesidades prioritarias, pendientes desde hace años, además de que expresó su apoyo a comunidades étnicas de Chiapas, así como al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Entre las demandas sobresalen servicios de salud y educación, la necesidad de maestros en zonas rurales de Guerrero y Chiapas, que sean desarticuladas las organizaciones paramilitares, programas de alimentación y pavimentación de caminos.
De igual forma, demandan reducir las tarifas de energía eléctrica y terminar con la inseguridad.
Los activistas, provenientes de las regiones de la Montaña Baja, costas Chica y Grande de Guerrero, se trasladaron a bordo de un autobús y varias camionetas y se unieron ayer alrededor de las 10 de la mañana en la caseta de cobro de La Venta de la Autopista del Sol México-Acapulco.
Ahí solicitaron ayuda económica a automovilistas durante al menos dos horas hasta que, hostigados por efectivos de las policías Federal y estatal guerrerense, se trasladaron a la caseta de cobro de Palo Blanco, en Chilpancingo.
En ese lugar con voz alta protestaban, entre ellas “¡Alto a la guerra narcoparamilitar contra los pueblos indígenas de México!”, y realizaron lectura a un posicionamiento dirigido al EZLN y a los pueblos zapatistas, al CNI-CIG, al igual que a la Sexta Nacional e Internacional, entre otros organismos.
“Venimos aquí para que los turistas, los medios de comunicación y el pueblo de México nos vean, porque mientras estamos muriéndonos de desnutrición en nuestros pueblos, nadie se asoma, allá nadie nos va a ver”, acotaron en su documento.
“Apenas tenemos para mal comer. Es más, muchos de los aquí presentes votamos porque creímos en un cambio, pero ya son dos años de gobierno (federal, encabezado por López Obrador) y a nuestros pueblos nomás no llega ninguna transformación ni nada”.
Manifestaron que, “la pobreza lentamente nos va asesinando por desnutrición; son cientos de niños y niñas que sólo comen frijoles, tortillas y chile todos los días de su vida; no hay verduras, no hay frutas. Aquí no se conoce más que en los libros lo que es una dieta balanceada. Y poco a poco vemos cómo a nuestros hijos les salen los jiotes, se ponen enfermos y muchos de ellos mueren, porque cuando les da una enfermedad de esas que según tienen cura, no la aguantan; otros no pueden aprender ni concentrarse en la escuela por el hambre”.
Aseguraron que en sus pueblos “los médicos llegan cada mes, y sólo llegan uno o dos médicos generales cuando mucho para atender a cientos de personas desnutridas o con enfermedades crónicas, y sabemos que no es culpa de los médicos, que cuentan con muy pocos recursos”.