En México viven 48.6 millones de mujeres mayores de 15 años, de las cuales 35.2 millones son mamas, según el censo 2020 que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por medio de un comunicado y debido a la celebración del Día de la Madre, que se conmemora en nuestro país el 10 de mayo, desde 1922, el instituto mencionó que del total de mujeres que residen en nuestro país, el 72.4 por ciento tiene al menos un hijo vivo. De este total 7.1 por ciento son hablantes de lengua indígena, es decir 2.5 millones.
La Tasa Global de Fecundidad (TGF), que es un indicador que señala el número de hijos que en promedio tendrá una mujer al final de su vida reproductiva, menciona que las mujeres cada vez tienen menos hijos.
En 1999 la tasa global de fecundidad indicó 2.86 y se redujo a 1.88 hijos por cada mil mujeres en 2019.
En las adolescentes de lengua indígena, la tasa de fecundidad fue de 73.5 hijos por cada mil mujeres de 15 a 19 años, dato que contrasta con respecto a la fecundidad de las adolescentes que no hablan lengua indígena (41.2 por cada mil).
Según informes internacionales, las madres adolescentes tienen grande probabilidad de enfrentarse a situaciones que vulneran sus derechos como es la violencia, y son más propensas a repetir ciclos de pobreza.
Según el Censo de población y Vivienda 2020, el 47 por ciento de las mujeres de 15 años y más con al menos un hijo nacido vivo están casadas.
En la situación de quienes hablan lengua indígena, 28 por ciento se mantienen en unión libre y 14 por ciento son viudas.
El 26 por ciento de las mujeres de 15 y más años, hablantes de lengua indígena con hijos nacidos vivos no tienen escolaridad; 62 por ciento tienen instrucción básica (preescolar, primaria o secundaria), 8 por ciento tiene algún grado aprobado en el nivel medio superior y 4 por ciento cuenta con estudios a nivel superior.
En 2020, la tasa de participación económica de las mujeres hablantes de lengua indígena con hijos nacidos vivos es de 28 por ciento, mientras que en el grupo de mujeres que no hablan lengua indígena es de 42 por ciento.
La poca participación económica del primer grupo de mujeres tiene distintas determinaciones sociales, no obstante, la crianza de los hijos se combina con múltiples actividades que son parte de una economía de autoconsumo, como la cría de animales o el cultivo de productos.