Las autoridades de la ciudad tejana de El Paso, en la frontera con México, inaugurarán un jardín en memoria de las víctimas al cumplirse el segundo aniversario de la matanza de 23 personas en un Walmart perpetrada por un hombre que quería matar latinos, un suceso que causó consternación en los dos países.
Tal como en el primer aniversario de la matanza, muchos de los eventos en memoria de las víctimas se verán afectados por las precauciones que requiere la pandemia de coronavirus.
La inauguración del jardín -un espacio dedicado a la meditación serena entre agua y plantas- estará cerrada al público en general.
Familiares de las víctimas y autoridades asistirán a la ceremonia, que será transmitida en vivo por redes sociales.
Habrá además un recorrido entre luminarias, lámparas tradicionales hechas de papel, arena y velas o luces LED.
La matanza del 3 de agosto de 2019 sucedió en un Walmart al que acude habitualmente gente de Estados Unidos y México.
Crimen de odio racial
Patrick Crusius, acusado de homicidio agravado bajo la ley de Texas y crímenes de odio racial y violación de las leyes sobre armas por la justicia federal, ha confesado que manejó 966 kilómetros desde su casa cerca de Dallas a El Paso para atacar a mexicanos, dicen las autoridades.
Poco antes del ataque, publicó un texto racista online.
Se ha declarado inocente y sus abogados defensores dicen que padece “discapacidad mental” grave.
Una veintena de personas resultaron heridas. Muchas de las víctimas eran ciudadanos mexicanos.
El Paso es una ciudad en gran medida hispana que conforma con Ciudad Juárez un área metropolitana internacional con más de 2 millones de habitantes.
Del lado estadunidense, los suburbios se extienden hasta Nuevo México.
La masacre de El Paso se produjo durante un fin de semana sumamente violento en Estados Unidos.
Horas después de la matanza en Texas, otro hombre mató a tiros a nueve personas en una concurrida zona de vida nocturna en Dayton, Ohio.
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