Una serie de temblores atemorizó a gran parte del estado de Guanajuato este fin de semana y hasta el lunes. Los sismos se sintieron en León, Guanajuato, Silao, Celaya y en Irapuato, así como en los municipios de Cuerámaro y de San Felipe, en donde de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional se registraron los epicentros.
En total y al cierre de la edición, se han registrado 27 temblores. De ellos el más potente fue de 4.6 grados Richter con epicentro en San Felipe, a las 21.35 horas del pasado domingo.PUBLICIDAD
El 30% de los habitantes del municipio de San Felipe abandonó sus viviendas para literalmente huir del “desastre” que implicaría la caída de la cortina de la presa La Chirimoya, en San Bartolo, de acuerdo con su alcalde Eduardo Maldonado García.
Los temblores reverberaron los temores de los habitantes de comunidades rurales en torno al llamado Cerro del Gigante, en el municipio de León, ya que aseguran escuchar “bramidos” y sentir vibraciones desde hace una semana.
En la ruta vial subterránea de la ciudad de Guanajuato, autoridades revisan los túneles para evitar cualquier desgracia.
En el municipio de Cuerámaro, la gente salió a las calles espantada a las 4:30 de la madrugada del 4 de septiembre, ya que el temblor sacudió la zona.
A esto, las autoridades locales y estatales han pedido calma, desplegando operativos en diferentes puntos de la entidad.
La secretaria de Gobierno de Guanajuato, Libia Denisse García Muñoz Ledo, ponderó que la gente debe estar pendiente de las fuentes oficiales para recibir información, ya que puede haber más movimientos telúricos.
La secretaria de Gobierno aseveró que ya se investigan los hechos, y que especialistas del Sistema Sismológico Nacional trabajan en ello.
CORDILLERA
Los sismos se han sentido desde Cuerámaro, recorriendo otros municipios de Guanajuato y perdiéndose en San Luis Potosí.
HUYEN DESPAVORIDOS
La noche del domingo, miles de personas abandonaron sus hogares ante el rumor en redes sociales de que el sismo de las 21:30 horas había tronado la cortina de la presa La Chirimoya en el poblado de San Bartolo. Y es que fueron tres los temblores que se notaron en la localidad en donde dicen que “nunca había temblado”.
Maldonado García refirió que corrió en redes sociales un video en donde se daba a conocer que el temblor había fracturado la presa, lo que provocó pánico. El mismo edil lanzó un video en donde llama a la población a la calma, grabado desde la misma cortina de la presa.
El presidente municipal resaltó que las personas optaron por irse a la zona conocida como Valle del Jaral, y otros se fueron al estado de San Luis Potosí. Aunque en esa entidad también se registró el epicentro de otro sismo.
Sí lo tenemos plenamente identificado, aproximadamente el 30% de la población de nuestro municipio salió y se encuentra en una región que nosotros ubicamos como Valle del Jaral, el pánico generó que alrededor de 20 a 25 mil personas se fueran”.
La gente acudió a la cabecera municipal o al vecino estado de San Luis Potosí, al municipio de Villa de Reyes o a la misma capital potosina, entonces porque buscaban el lugar más alto y eso está en la cabecera municipal de San Felipe”, precisó.
Eduardo Maldonado subrayó que la huida de los habitantes de las zonas en donde se sintieron con mayor fuerza los sismos del domingo, terminó generando “caos en las carreteras federales” y elevando la posibilidad de que se presentaran tragedias, de ahí que insistió en la necesidad de no hacer caso a información falsa y mantenerse informado por medio de los canales oficiales.
San Felipe tiene 120 mil habitantes, es uno de los más grandes en territorio, se localiza al norte del estado de Guanajuato y es colindante con San Luis Potosí.
Entonces es un tema complicado para nosotros, porque cuando se presenta una situación de pánico, pues nos desborda y no hay una autoridad preparada para contener algo de tal magnitud, aunado de que le estamos haciendo frente a la pandemia que se ha desbordado”, dijo.
Refirió que a partir de los falsos “rumores” sobre el desbordamiento de presas se inició con una inspección y se comprobó que no existen daños estructurales pese a los movimientos sísmicos, los cuales se han dejado de sentir en las últimas 12 horas después del sismo registrado a las 11 de la noche de este domingo.
Además, el alcalde emanado del Partido Verde Ecologista indicó que solamente se registraron algunos accidentes vehiculares y daños menores en algunas viviendas a causa de los sismos.
LA FURIA DEL GIGANTE
De entre las montañas al norte de León que juntan la Sierra de Lobos con la de Santa Rosa, puede notarse de entre todas las elevaciones el Cerro del Gigante. Desde hace una semana, los habitantes de las comunidades rurales de la periferia han reportado sonidos que provienen del subsuelo.
Los pobladores de El Gigante, El Sauz, Alfaro, Otates, Alisos y Nuevo Valle de Moreno coinciden en que se han escuchado ruidos extraños, sobre todo entrada la noche.
Incluso cuando tembló —la noche del domingo—, antes se escuchó un tronido”, reveló María Rico, habitante de El Sauz Seco.
Francisco Castillo, quien vive en la zona de Mesa de Obispo, refiere que los comentarios de la gente de la zona versan en el temor de que nazca ahí un volcán, como ocurrió en Michoacán con el volcán Paricutín en el año de 1943.
Nosotros tememos que El Gigante acabe con todo lo que tenemos”, manifestó.
PARA RECORDAR
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) muestra en su sitio de internet el documento Red Sísmica del Estado de Guanajuato, e informa:
Guanajuato se ubica dentro de la Zona B, de acuerdo a la Regionalización sísmica de la República Mexicana (CFE, 2003), caracterizada por ser una zona sísmica intermedia, donde se reportan sismos no tan frecuentes, pero son zonas afectadas por altas aceleraciones del suelo pero que no sobrepasan el 70% de la aceleración del suelo, en donde históricamente se ha tenido la sensación de algunos sismos producidos generalmente en la zona de actividad tectónica del Pacifico y reacomodos estructurales internos, los cuales no han podido ser evaluados ni analizados a detalle por carecer de instalaciones sismográficas en el Estado, ocasionando con ello el desconocimiento técnico y científico de esta actividad”.
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