Alexander Martínez lo mataron presuntamente por usar tapabocas y ser "confundido" con un delincuente en el estado mexicano de Oaxaca (sur). Giovanni López fue asesinado en Jalisco (oeste) porque no llevaba una mascarilla para protegerse del nuevo coronavirus, según sus familiares.
Ambos casos, denunciados recientemente con pocos días de diferencia, dan cuenta del abuso policial en México, donde la pandemia ha dado otro motivo a los excesos, que van desde maltratos hasta presuntas ejecuciones.
La actuación policial en estos dos hechos revela también la escasa preparación y deficientes condiciones laborales de los agentes.
Según familiares, Alexander y tres amigos salieron el 9 de junio a comprar bebidas cuando fueron sorprendidos por policías del municipio oaxaqueño Acatlán. El joven mexicoestadunidense murió presuntamente cuando un oficial les disparó, hiriendo además a uno de sus acompañantes. El sábado por la noche un juez dictó prisión preventiva para el uniformado.
"Si ya saben quiénes son los malos, ¡por qué se meten con los niños? ¡Por qué mataron a mi niño?", se pregunta con dolor la madre de Martínez, de 16 años, en un video viralizado en redes sociales.
Su muerte es el cuarto caso de brutalidad policial denunciado en México en un mes. Dos más sucedieron en Tijuana (noroeste) y otro en Xalapa (este), mientras buena parte del mundo repudiaba la muerte del afroestadunidense George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis.
En medio de esas protestas, el caso Giovanni López, de 30 años, salió a la luz en el estado de Jalisco.
López murió a principios de mayo después de haber sido detenido por policías en una localidad aledaña a la capital estatal, Guadalajara.
Sus familiares denunciaron que fue detenido por no usar mascarilla, pero las autoridades alegaron que fue por una "falta administrativa". Hasta el momento, tres policías han sido arrestados por este hecho.
Más recientemente, entre el 1 y 5 de junio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (estatal y autónoma CNDH) recibió 21 quejas de detenciones arbitrarias efectuadas por instituciones de seguridad y justicia.
Tania Reneaum, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, señala que estos arrestos "son una práctica cotidiana y casi naturalizada" en el país.
Entre 2001 y 2017 se acumularon 13 mil 262 quejas por detenciones arbitrarias, dos diarias en promedio, según estudios de la CNDH.
Más recientemente, entre el 1 y 5 de junio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (estatal y autónoma CNDH) recibió 21 quejas de detenciones arbitrarias efectuadas por instituciones de seguridad y justicia.
Tania Reneaum, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, señala que estos arrestos "son una práctica cotidiana y casi naturalizada" en el país.
Entre 2001 y 2017 se acumularon 13 mil 262 quejas por detenciones arbitrarias, dos diarias en promedio, según estudios de la CNDH.
AFP