Los asilos de la capital española se encuentran actualmente en una situación de nivel tres (el máximo), un escenario en el que afrontan una “elevada” probabilidad de que una persona del exterior introduzca el coronavirus y el que implica la puesta en marcha de las medidas más restrictivas en cuanto a visitas e ingresos.
Este nivel viene definido tanto por la incidencia acumulada en la región en los últimos siete días -superior a 80 casos por 100,000 habitantes-. El último informe epidemiológico de vigilancia de la Comunidad, con fecha 18 de agosto, refleja que la incidencia acumulada es mayor de 80 por 100,000 habitantes.
Aparte de la incidencia acumulada, el nivel tres desglosa las medidas a aplicar en función del grado de inmunidad de la residencia: alta cuando más del 70 % de los usuarios tiene anticuerpos frente al virus; media, entre el 50 y el 70 %, y baja, menos del 50 % con IgG.
A partir de ahora y con carácter general, los servicios de prevención laboral de cada centro deberán hacer obligatoriamente una prueba diagnóstica a los trabajadores que regresen de permisos y vacaciones, así como a los nuevos trabajadores que se incorporen.
También será necesaria en el caso de los nuevos ingresos con 72 horas de antelación. No será obligatorio pero sí recomendable hacer de forma periódica las PCR a los trabajadores que estén en contacto directo con residentes.
Por EFE