La rifa del avión presidencial, el PT-01, ya está a punto de hacerse y a últimos días fue cuando la venta de cachitos se elevó.
Pero a unos días de la rifa, los billeteros tuvieron que regresar la mayor parte de las series que les quedaron, para que el gobierno federal hiciera la repartición de los mismos al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Sin embargo, en estos últimos días, los expendedores han hecho hasta lo imposible por llamar la atención de los transeúntes y hacerlos comprar un cachito.
Frente a la Iglesia de San Judas Tadeo hay un expendio de la Lotería, donde de manera creativa se anuncia esta rifa especial.
Allí, su dueña puso un muñeco de Andrés Manuel López Obrador, de caricatura, para anunciar la venta de los billetes de la llamada rifa del avión presidencial, que en realidad es consistente en el monto del avión.
El muñeco de trapo tiene el rostro del mandatario y viste un traje de dos piezas de color negro, tiene su banda tricolor que le cruza el pecho, como la que le colocaron al momento de tomar posesión del cargo presidencial.
En una mano tienen un dibujo de un avión y en la otra, un boleto para la rifa, cuyo valor es de 500 pesos.
Durante ocho meses se han vendido los boletos, pero por motivo de la pandemia, indica doña Guadalupe Hernández se dejaron de vender.
La crisis sanitaria derivó en una crisis económica que causó que la gente pusiera atención sólo en lo necesario.
De no venderse ningún boleto durante varias semanas, a últimas fechas se elevaron las ventas.
“Ya se está vendiendo con la publicidad que él mismo nos está haciendo. Entre ocho a 15 cachitos diarios”, indica mientras sonríe al ver su muñeco de López Obrador.
Del mandatario dice que mucha gente lo quiere y que por eso varios compran el boleto para apoyarlo.
“Es un presidente que tiene muchos seguidores” Allí, en la avenida Hidalgo, frente a número 103, donde está la Iglesia de San Hipólito, mejor conocida como la de San Judas Tadeo, también se elevan las ventas los días 28 del mes, cuando más personas visitan el templo.
La comerciante no perderá, aunque no haya terminado de vender sus boletos, pues se los dieron a consigna.
Por Claudia Bolaños
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