La Secretaría de Relaciones Exteriores y el Banco del Bienestar celebraron un convenio con Banco Azteca, del multimillonario Ricardo Salinas, para que esta empresa distribuya los 31 millones de dólares que el gobierno de López Obrador destinará a sus programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en Honduras.
Apenas seis meses antes, Grupo Salinas había nombrado al frente de Banco Azteca Honduras a la hondureña Viviana Bueso Asfura, una mujer con magra experiencia en el sector bancario, pero conectada al más alto nivel de la llamada Cuarta Transformación: es cuñada de Marcelo Ebrard Casaubón, el influyente titular de la SRE.
Su hermana, Rosalinda Bueso Asfura, vive en matrimonio con el canciller desde 2011, y ambos procrearon mellizos; en junio pasado, representó a México en las reuniones de las “primeras damas” de la cumbre del G20 celebrada en Osaka, pues AMLO no quiso ir y envió a Ebrard en su representación.
Según su perfil de LinkedIn, Viviana Bueso fue contratada por Grupo Salinas en febrero de 2019 solamente tres meses luego de la toma de posesión de la administración actual, y apenas en octubre siguiente fue elevada al cargo de Gerente General de Banco Azteca Honduras.
En mayo pasado, la mujer viajó a la CdMx y firmó un par de convenios con la Cancillería y el Banco del Bienestar en representación de Banco Azteca: el primero era un “convenio de confidencialidad” para reservar “toda aquella información a la que se tiene acceso en forma directa o indirecta, relacionada con aspectos comerciales, financieros, técnicos, operativos, legales, de logística”; el segundo era el “convenio en materia de transferencia y administración de recursos”, que planteaba la dispersión del dinero de los programas sociales.