Padres de familia, alumnos y maestros, se encuentran ante la peor crisis educativa de los últimos años y es que las clases a distancia o en línea se han venido complicando, pues tanto padres de familia, como alumnos no tienen los recursos profesionales y pedagógicos para comprender el proceso enseñanza aprendizaje a distancia.
La serie de trabajos y actividades que los maestros encargan a niños desde el prescolar y primaria, está llevando a muchos padres de familia a la desesperación e incluso al maltrató de los menores, pues en la intimidad de sus hogares, la impotencia de no saber que hacer o no comprender el alcance de los temas los desespera y termina en pleito la clase.
Es muy complicado, para un padre de familia el poder ayudar al joven o al niño, si el profesor no ofrece por lo menos una pequeña guía que los lleve a entender cuál es la finalidad de la clase o los ejercicios.
Por lo menos en Misantla y en base a padres de familia entrevistados, un noventa por ciento de los profesores no proporciona a los padres de familia el objetivo general de la unidad y mucho menos el objetivo perticular, por lo cual el padre de familia no puede checar si el objetivo ha sido alcanzado o incluso si puede cambiar la estrategia.
Es en estos momentos, cuando la programación y capacidad de enseñanza del docente queda rebasada, por no saber ni siquiera dar los recursos necesarios al alumno y padre de familia.
La crisis y afectación educativa, sin lugar a dudas está dejando un daño tremendo en alumnos y padres de familia, pues en la educación pública, a los docentes, administrativos e intendentes su sueldo ha sido respetado.