Más de 900 personas fueron detenidas el domingo por manifestarse en distintas partes de Bielorrusia para exigir la renuncia del presidente Alexander Lukashenko, denunció un grupo defensor de los derechos humanos.
Una ola de protestas casi diarias ha sacudido el país desde los primeros días de agosto. En la capital Minsk, la policía esgrimió porras y utilizó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a miles de manifestantes.
Hubo detenciones durante protestas en otras ciudades, incluyendo Vitebsk y Gomel, reportó el grupo de defensa de los derechos humanos Viasna. Indicó que al menos 928 personas fueron arrestadas a nivel nacional y que la policía golpeó a algunas de ellas.
Muchos de los manifestantes sostenían pancartas honrando a Raman Bandarenka, un partidario de la oposición que murió el jueves después de que presuntamente recibió una golpiza en un centro de detención policial.
Una amplia ola de protestas, algunas con la participación de más de 100,000 personas, se desató después de los comicios presidenciales del 9 de agosto que según resultados oficiales le dieron a Lukashenko un sexto período presidencial. La oposición y algunos trabajadores de las casillas denuncian que los resultados fueron manipulados.
Lukashenko, quien ha reprimido a la oposición y a la prensa independiente en sus 26 años en el poder, se niega a negociar con la oposición y denuncia que las protestas están siendo azuzadas por países occidentales.