El mandatario de México, López Obrador, rechazó el jueves las portadas de algunos diarios estadounidenses de que su administración amenazó a Washington con expulsar a miembros de la DEA, después de que detuvieran de forma inconsulta al exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos.
El militar retirado regresó a México, donde compareció ante agentes de la Fiscalía General, luego de que un juzgado federal de Estados Unidos retirara los cargos en su contra por narcotráfico, tras fuertes tensiones diplomáticas entre ambos vecinos.
“Están diciendo que amenazamos con expulsar a los agentes de la DEA; no amenazamos a nadie, lo único que hicimos fue, por la vía diplomática, expresar nuestra inconformidad y nos entendieron muy bien”, indico AMLO aludiendo a notas de los diarios estadounidenses Washington Post y New York Times.
“No es la intención de romper con la operación, solo es que se mantenga el respeto mutuo y que se cumpla con los acuerdos”, añadió después de ser consultado sobre la continuidad de la actividad de la DEA en el país, cuyo papel había cuestionado tras la detención de Cienfuegos en Estados Unidos.
Luego de fuertes tensiones, entre ellas el envío de una nota diplomática y llamadas telefónicas entre el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el fiscal general estadounidense, William Barr, México consiguió que éste solicitara el retiro de los cargos al tribunal.
El presidente López Obrador aclaró que no hubo habido nada a cambio de esa decisión que, según los fiscales estadounidenses, respondió a que su interés en procesar al militar retirado fue superado por el “interés más amplio” en mantener la cooperación entre las fuerzas públicas de ambas naciones.