Cristian Martínez Rosas tenía 17 años cuando desapareció en Tlapacoyan el 15 de octubre de 2017. El joven salió de su casa un domingo para irse a divertir, hasta que sus padres recibieron una llamada de una banda de secuestradores exigiéndoles un millón de pesos para liberarlo.
Cristian se dedicaba a la producción de cítricos con su abuelo, a quien ayudaba en la pizca y el cuidado del cultivo. Su jornada iniciaba a las 6 de la mañana y terminaba cerca de las 3 de la tarde, cuando llegaba a casa a comer, descansar y luego salía a jugar futbol porque había abandonado la escuela.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP) la cifra de secuestros reportados en Veracruz durante 2017 fue de 172. El mes en que Cristian desapareció fue el que más casos de privaciones de la libertad se reportaron en la entidad, con 79 casos.
A 3 años de los hechos, en pleno 2020 la situación no es diferente, pues la entidad es segundo lugar nacional en secuestro con 114 casos registrados hasta noviembre pasado. La mayoría de estos delitos permanecen impunes, pero los familiares mantienen una búsqueda incansable, como en el caso de los padres de Cristian que decidieron hacer pública su situación buscando cualquier avance en las investigaciones.
PAGARON LIBERACIÓN
Andrés Martínez Melgarejo relata que ese 15 de octubre Cristian se arregló y salió cerca de las 7 de la noche de su casa y una hora después su madre recibió la primera llamada de los secuestradores que exigían un millón de pesos a cambio de la vida de su hijo menor de edad.
Esa noche las llamadas de extorsión no cesaron, pero con el paso de las horas los captores negociaron el monto y lo disminuyeron poco a poco, lo cual advierte Andrés es el “modus operandi” de una banda de secuestradores en la zona.
Afirma que a la fecha conoce al menos cinco secuestros como el de su hijo en el municipio donde radican.
La desesperación de la familia los llevó a pactar el pago de 90 mil pesos en varias partes; primero entregaron 50 mil, luego 25 mil, 12 mil 500 y al final 2 mil 500 pesos, con la promesa de que recibirían a Cristian pero no cumplieron.
“Su mamá recibió una llamada en la que le decían que lo tenían secuestrado y querían el pago de un millón de pesos; se fueron bajando y bajando hasta que nos pidieron 90 mil pesos, quedaron de dármelo en el último pago que ofrecí de 2 mil 500 pesos y no me lo dieron”, contó.
Han pasado 38 meses desde la desaparición del menor y su familia decidió dar a conocer públicamente este caso ante la dilación de la Fiscalía General de Veracruz (FGE) para atender la denuncia. Andrés sostiene que hay detenidos ligados al secuestro de su hijo, pero no han dado a conocer su paradero.
“No sabemos si está con vida o ya le privaron de su vida; tenemos denuncia en la UECS, cada vez que nosotros hablamos nos dicen que están trabajando, cada semana es hablar para preguntar sobre el caso y nos dicen que están ubicando personas, se sabe que hay gente detenida y gente suelta pero el resultado es que mi hijo no aparece”, narró.
“SI QUIERES ENCONTRAR A TU HIJO DEBES BUSCARLO MUERTO”
Este martes Andrés acudió a manifestarse afuera de las instalaciones de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) para exigir celeridad en la investigación, pues temen no volver a saber nada de Cristian y esa sensación puede más que el miedo que les infundieron sobre la posibilidad de que podían tomar acciones contra el resto de su familia si hacían publico este caso.
“Vamos a ser sinceros, mi esposa y yo tenemos sólo este hijo, pero es el apoyo de la familia; siempre nos metieron el miedo ‘si hablas vamos contra tu familia’, yo tengo a mis padres, mi esposa a su madre y tenemos sobrinos y ese fue el miedo nada más, en confiar en la UECS, pero por estar confiando todo el tiempo, semana por semana en espera, no ha pasado nada”.
La esperanza pareció acabarse cuando uno de los detenidos reveló a las autoridades la ubicación en donde podría estar el cadáver de Cristian. Andrés y algunos elementos de la UECS acudieron a los lugares señalados pero no encontraron rastros, solo se quedó con lo que uno de los presuntos implicados dijo: "Si quieres encontrar a tu hijo debes buscarlo muerto”. “Hay detenidos desde 2017 pero a esos detenidos dicen que no los pueden hacer hablar de más porque tienen derechos humanos, pero esas personas dijeron que si queríamos a mi hijo lo buscáramos muerto. Dieron unos puntos en la cual la UECS fue a buscar, voy a ser sincero, yo fui con ellos a buscar pero no se encontró nada”.
A pesar de las detenciones, Andrés comenta que en Tlapacoyan hay todavía personas que integran esa banda de secuestradores y que a pesar de que la Fiscalía General las tiene como sospechosas no han podido hacerse de elementos para su captura.