No hay dolor más grande de una madre que sentir amenazas contra sus hijos, temer a que en cualquier momento pueden ser atacados sin motivo alguno, por capricho de elementos de la Fuerza Civil.
Con lágrimas en los ojos, Rocío Gutiérrez Fernández, pidió clemencia, la impotencia le nubla el pensamiento, pero el amor de madre le dicta que tiene que pedir un alto a la Fuerza Civil, quien se ha dedicado a atemorizarla y a amedrentarla, cuando llegan al rancho “Santa Rocío” en el barrio Las Mesas de Texistepec.
En entrevista, Rocío, señala que el temor más grande es que le suceda algo a sus tres varones, porque la experiencia de lo que ha sucedido en otros lugares de la entidad, es que la violencia que ejerce Fuerza Civil, ha dejado personas en calidad de desaparecidas, por eso el miedo.
El rancho es la herencia de sus hijos, lo único que puede darle, fruto del trabajo y no va permitir que otras personas lleguen a hacer destrozos, le infundan zozobra.
A la Fuerza Civil, le ha valido el amparo que la dueña sacó, es un amparo federal para que eviten ingresar al rancho, se han pasado por el arco del triunfo y cada que se les ocurre, entran, incluso hasta en helicoptero ha sobrevolado, han hecho disparos y causado destrozos, tanto que ya tienen miedo de seguir viviendo ahí.