La muerte de un hombre a manos de la policía de Atzacan en donde se considera pudo haberse incurrido en un exceso, no es la primera que se atribuye a los elementos de esa corporación, pues el pasado 14 de marzo un motociclista murió baleado tras un encuentro con los uniformados.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 03:00 horas del citado día, cuando Héctor Octavio “N”, de 33 años, se encontraba sobre la Calle 5, en la colonia centro, cuando fue interceptado por los municipales.
De acuerdo con los preventivos, le indicaron al hombre que se detuviera y éste se negó, tras lo cual sacó un arma de entre sus ropas e intentó agredirlos, por lo que le dieron un disparo en la cabeza que lo mató.
El lugar fue acordonado y las autoridades de la Fiscalía Regional, peritos y policía ministerial hicieron las diligencias que se llevan a cabo en estos casos, tras lo cual el cuerpo fue llevado al Servicio Médico Forense en Orizaba, donde sus padres acudieron a reclamar su cuerpo.
Sin embargo, para la gente cercana al joven, la versión aportada por los policías no es real, pues no conocían que Héctor Octavio tuviera un arma, por lo que consideran que la pistola le pudo haber sido “sembrada”.
Ahora los elementos de la corporación vuelven a estar en el ojo el huracán luego de que el 28 de marzo dispararan y mataran a otro hombre que los amenazaba con un machete, cuando pobladores consideran que lo pudieron haber sometido.
