90 por ciento de los niños, niñas y adolescentes (NNA) que viven en una casa asistencial fueron víctimas de algún tipo de violencia o violación de derechos por algún miembro de su familia, y están en espera de que la Fiscalía Coordinadora Especializada en Investigación de Delitos de Violencia Contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y de Trata de Personas definan su situación jurídica, indicó la abogada, quien también funge como encargada de la Embajada de la Adopción en México, Adelina Trujillo Landa.
Esto es que apenas el diez por ciento de los niños, niñas y adolescentes que viven en esos albergues, algunos del Sistema DIF estatal, pueden irse en adopción con otras familias, explicó.
Lamentó que gran parte de los niños, niñas y adolescentes que ahora ocupan un lugar en los albergues, han sido víctimas de un delito por parte de su propia familia y están en espera de que la autoridad defina con qué familiar podrá irse a vivir, que puede ser con los abuelos y abuelas.
"90 por ciento de los niños, niñas y adolescentes que pisan una casa asistencial, como unidad de medida media se regresa a sus hogares, se reintegra a alguien de la familia y se resuelve su situación jurídica, y sólo el 10 por ciento de los niños, niñas y adolescentes que están en casas de asistencia son susceptibles de adopción" expuso.
Refirió que éste es uno de los motivos por los cuales los albergues están llenos de niños, niñas y adolescentes, porque aún están en espera de que definirá la autoridad, de a dónde irán a vivir y con quién. "Luego decimos por qué están los albergues llenos y por qué nos ponen tantos conflictos para poder adoptar; sí están llenos, pero hay que resolver su situación jurídica; sí están llenos, pero es porque alguien lastimó sus derechos... Lo importante y lo mejor para ellos es siempre regresar a casa", dijo.
En su experiencia como titular de la Procuraduría de la Defensa del Menor, La Familia y el Indígena del Sistema DIF Estatal en el periodo del 2011 al 2016, Adelina Trujillo expresó que visitó albergues de menores de edad, y todos deseaban regresar a casa con su familia, a pesar de que fue ahí en el núcleo familiar donde los violentaron.
"Cuando recorrí albergues de Veracruz, el 100 por ciento de los niños con los que hablaba querían regresar a casa, desgraciadamente no se pueden regresar a casa porque su agravio fue muy fuerte, su agravio se convirtió en delito", refirió.
En ocasiones el agravio cometido contra el niño, niña y adolescente se configura en delito y las o los integrantes de sus familias van a la cárcel, y la Fiscalía solicita al DIF estatal que el menor de edad sea integrado a un albergue, expuso.
"Hay niños, niñas, adolescentes que no pudieron regresar a casa, porque la familia que lo agredió probablemente fue sancionada y está en la cárcel", relató.
Dijo también que en estos casos, las Fiscalías Especializadas en delitos Sexuales contra la Familia indican a los DIF estatales que esa persona menor de 18 años puede ser dada en adopción.
En el caso del Sistema DIF estatal, como autoridad deberán complementar un expediente para brindarle al niño su derecho a una familia.
"Cuando ingresan a una casa de asistencia, se les tienen que resarcir sus derechos vulnerados, ir a la escuela, atención, médica, cuidado, protección, recreación, lo máximo es cuidar de ellos, pero aun así no se les restablecen sus derechos porque la ley dice que deben vivir en familia y una casa asistencial no es su familia por ello hay que regresarlo a la familia", finalizó.
Adelina Trujillo participó en el conversatorio "Familias sin cigüeña" con la participación de las psicólogas Gloría Domínguez y Sarahí Valencia.