¿Memes o ciberacoso? Una vez más se vuelven a encontrar el legítimo deseo de evitar el ciberacoso en línea, y la necesaria libertad de expresión que se manifiesta en forma de memes.
La diputada Nay Salvatori dijo en la semana que presentará una iniciativa en la cámara baja para que sea delito falsificar video o imagen que dañen la reputación de una persona. Y entonces las redes se encendieron.
Salvatori es diputada por el Partido Encuentro Social, y en las últimas semanas llamó la atención por un controvertido TikTok que subió a su cuenta personal, en donde se le veía en el salón de sesiones de la cámara de diputados.
De acuerdo a Nay Salvatori, por su video en TikTok fue “linchada socialmente”.
“Todo el mundo tiene libertad de expresión de opinar si les pareció correcto o no, esa libertad se rebasó, y se modificó ese contenido que yo hice para hacerlo ver en una mala luz. Un sitio de internet, una página, (…) modificaron este contenido mío y lo hicieron ver como si yo estuviera haciendo un video con disparos únicamente en la cámara de diputados” Nay Salvatori.
La diputada dijo a través de un video subido a sus cuentas de Instagram y Facebook, que su propuesta al código penal federal incluirá sanciones para quien modifique o falsifique un video, grabación, o documento, para así “preservar la dignidad humana”. Incluso, dijo que su reforma bien puede entenderse como una extensión de la Ley Olimpia.
Salvatori también propone que un material que sea señalado por potencialmente ser dañino a la “buena honra de una persona” debe ser dado de baja de inmediato, mientras se realizan las investigaciones, en un procedimiento que se le conoce como “notificación y retirada” y que ha provocado polémica por haber sido incluido en las recientes reformas a la Ley de Derecho de Autor.
“He visto audios de nuestro presidente en donde hay muchos comediantes que la voz de nuestro presidente les sale igualita, y generan muchas fake news (…) eso es lo que se tiene que castigar”
Caso Veracruz
Salvatori ha dicho, una y otra vez, que su iniciativa no pretende ser una ley anti memes. “Yo amo los memes” ha escrito, al tiempo que ha acusado a medios de “fake news” al referirse a su iniciativa como una que pretende acabar con la libertad de expresión en redes. “Lo que busco es q [sic] no se publiquen videos editados en mala luz para afectar la dignidad de las personas”.
El problema es que la definición que da en su video es tremendamente ambigua. Con el ejemplo de su propio TikTok, ella misma ejemplifica el problema de legislar sin definiciones claras: un meme puede, sin que esa sea la intención, afectar la imagen de un político, al igual que su versión análoga, un cartón humorístico.
El ejemplo que la diputada da sobre el doblaje a videos del presidente es el mismo: ese tipo de doblajes suelen existir con fines humorísticos, pero, de acuerdo a lo que ella misma ha dicho, también provocan “fake news” y “eso debe ser castigado”.
Este es exactamente el mismo problema que Veracruz tuvo cuando su congreso aprobó una ley similar, pero tras la polémica causada su gobernador terminó por vetarla.
La iniciativa suena a momentos contradictoria, pero sin haber visto el documento y la forma de frasear las probables sanciones, es por ahora imposible saber si tendrá los sesgos que preocupan desde hace años a todos los que producimos o consumimos material en internet. Lo que sí sabemos ahora mismo es que, la Ley Olimpia pavimentó el camino para que en congreso se hable formalmente sobre los impactos que tiene nuestra vida digital en nuestra vida personal.
Cómo delimitar memes con fines de libertad de expresión, de aquellos que buscan dañar dolosamente la reputación de una persona no solo es controvertido, sino que adquiere un nuevo nivel de complejidad cuando el sujeto de los memes y probable afectado es un político.
“Si un personaje famoso se siente incómodo u ofendido por algún meme que concierne a su persona, puede exigir el respeto a su embestidura y ejercer su derecho a la imagen” dice Elvia Lucía Flores en un artículo para el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, citado por la propia Salvatory. Es evidente que esta es la justificación jurídica de la diputada, pero el texto no previene que la incomodidad de un político debido a un meme no solo puede deberse al daño a su reputación, sino también a la crítica de su trabajo como servidor público, o simplemente porque el mensaje en cuestión no concuerda con la figura política que desea transmitir.
La Ley Olimpia tuvo alcances muy bien delimitados una ley sobre ciberacoso para que pueda ser considerada objetiva y eficaz deberá tenerlos también.
Con información de Xataka México