Las muestras serán remitidas a las principales agencias de bioseguridad del mundo, tal como se hizo con la variante beta. Por otro lado, las autoridades nacionales ya estudian la preparación de nuevas restricciones en el país ante la posible propagación de la variante, incluido un probable confinamiento.
Tras el anuncio de la presencia de la nueva variante Ómicron, las autoridades sudafricanas informaron este sábado que enviarán muestras de la cepa a las agencias de bioseguridad de otros países.
El director del Centro de Respuesta Epidémica e Innovación de Sudáfrica, Tulio de Oliveira, explicó esta jornada que las muestras serán remitidas a las principales agencias de bioseguridad, tal como se hizo con la variante beta, según declaraciones recogidas por ‘The Financial Times’.
De Oliveria también anunció que han recibido solicitudes de Estados Unidos y el Reino Unido. “Siempre hemos trabajado muy de cerca con todas las principales agencias de seguridad del mundo para que las respuestas a las preguntas claves se puedan obtener lo más rápido posible”, explicó.
El científico también destacó que las muestras no se enviarán a empresas privadas, ya que esta colaboración se realiza solo con organismos públicos
En tanto, las autoridades también estudian la preparación de nuevas restricciones en Sudáfrica ante la posible propagación de la variante, incluido un probable confinamiento, según fuentes gubernamentales consultadas por la agencia de noticias Bloomberg.
Este sábado, el Consejo Nacional de Mando para el Coronavirus se reunió para evaluar el impacto de esta nueva variante en la economía. Entre las opciones que se barajan están fórmulas para intentar mejorar la tasa de vacunación, que alcanza apenas a una tercera parte de la población adulta.
El portavoz de la Presidencia, Tyrone Seale, no quiso referirse a estas opciones y se remitió al comunicado del viernes en el que se señala que la reunión del organismo servirá para determinar si son necesarias gestiones a nivel del Consejo de Coordinación del presidente, Cyril Ramaphosa.