Una Expo de Cosplay con temáticas de distintos tipos de temáticas de cómics o películas solía ser una reunión para encontrar a los personajes de los cómics, películas de ciencia ficción o de anime, reuniones donde se congregaba la gente para ver a los personajes que tanto les agradan en las películas, series y cómics.
Encontrarse en persona a mujeres y hombres portando disfraces o maquillaje corporal asemejando a los personajes actores de estos películas, series y cómics. Situarse ante la imagen y procurar asemejar al personaje con el atuendo y el maquillaje implica una ardua labor donde la imagen implica una práctica donde el espejo y el reflejo atestiguan la imagen del personaje.
Poco a poco se elaboran las imágenes que corresponden a cada personaje y se preparan con la actitud y el lenguaje no verbal de los personajes de las películas, series y cómics para escenificar un trayecto donde mercancías, ilusiones y mucha imaginación dan la clave para tener un buen momento acompañado de personas que son afines a las preferencias por el tema.
La actitud sobretodo debe centrarse en las historias y narraciones y la presencia de los personajes donde convive la idea de la narración y la persona que llega a este mundo de ilusión y de ello surge una dinámica que crea un verdadero escenario donde todos son portadores de múltiples historias sobre los mismos temas y se transforma en una imagen nueva e increíble sobre el mundo de la imaginación.
El cosplay como el arte del disfraz es una industria donde la organización de los eventos implica una suerte de mapa donde se establecen los estantes con la dinámica de la mercancía y los profesionales del disfraz hacen una representación de cuanto en las historias de los personajes puede sobresalir para hacer una especie de mercadeo donde se enfatizan lo bien diseñados de los disfraces, lo bien ilustradas que están las temáticas, el dinamismo de los colores, los espacios deben acondicionarse con el colorido y las mercancías.
En ello juega el prestigio de los cosplayers que constituyen una forma de dinámica de mercado de las culturas donde la variedad de imágenes y disfraces implican una industria cultural que representa la cultura o el intercambio y apropiación cultural de los personajes, cómics, animes películas e historias que representan esa dinámica donde se establecen las gramáticas de las historias dentro de las cuales los personajes son la encarnación de ellas.
En estas gramáticas el disfraz goza de la dinámica de la moda, del diseño, del diseño industrial tanto del personaje como de la historia que lo sostiene, de este modo la moda arropa al público de una gama de posibles alternativas donde el diseño incluso del cuerpo es un atractivo para diseñar una experiencia donde el asistente va a imergirse en la dinámica de la exposición.
El tipo de arte del disfraz permite que convivan las historias de las historietas y películas o animes con la gente de primera mano en términos de una experiencia sensorial y háptica donde se contacta con el personaje y se contacta con la historia.