La pregunta por la necropolítica

La pregunta por la necropolítica

En las clases de la universidad los alumnos de pronto interesados por temas que son piezas importantes de su formación, los llevan a establecer preguntas que son parte de sus modos de tratar de comprender lo que les rodea. En la universidad donde trabajo los alumnos de un tema diferente a este, que es objeto de este texto, plantean la pregunta clave de algunas de sus dudas y se decidieron a preguntarme ¿qué es la necropolítica? Y procedí a dar una respuesta que gira en torno a lo que escribí para este texto.

 

Es una pregunta que coincide con prácticas que tienen que ver con fomento a una economía que supone una base de acumulación de riqueza que proyecta una forma de determinación de zonas de guerra que tienen que ver con la extracción de riqueza de países en vías de desarrollo, donde se privatiza un conjunto de bienes sociales que implican que sectores de producción en forma de megaproyectos, expulsan, brutalizan y despojan a esas poblaciones de bienes y recursos estratégicos, naturales y energéticos, de sus formas de vida y de su ecología.

 

La privatización de la seguridad para estas prácticas, se pueden situar en una lógica de mercado donde se ubican estas locaciones como zonas de guerra, donde lejos de asegurar el orden y seguridad de los corporativos que operan en esta extracción de riqueza, ellos formulan un espacio de oportunidad para establecer negocios que implican un “trabajo” (el trabajo de la muerte) sobre el cuerpo como un recurso para la explotación.

 

La trata de personas, la prostitución, el trabajo esclavo, los secuestros, la extorsión, el cobro de derecho de piso, los saqueos, etc. Son estas prácticas son parte de un entramado donde grupos que se organizan por las condiciones de precariedad y de pobreza, que pre-existen o aparecen en estos contextos, que son organizaciones de delincuencia que se organizan para suplantar o dan forma a los mecanismos de seguridad que debía de proveer el estado.

 

Donde su proceso es la reorganización de la geografía política y económica por la obtención de recursos explotando los servicios clandestinos de seguridad con prácticas criminales y que dada la existencia de estos mega-proyectos, de la gran distancia que hay entre los ricos y los pobres de zonas y regiones en las que se ofrece el cambio a la medida de un precio que decanta en la expulsión, la migración y la falta de oportunidades o donde se explota la riqueza en recursos naturales sin que la población logre beneficiarse económicamente de manera inmediata a este proceso, es la economía de explotación intensiva de los cuerpos y el asesinato las formas de consolidar una necroeconomía que empodera a estos grupos.

 

Estos grupos organizados son muchas veces organizados por las propias policías y desertores de estos organismos de seguridad o el ejército estatal o son personas que tienen competencias militares o formación en ese sentido, es gente que tiene esa preparación y que son quienes son quienes se encargan de generar emprendimientos con personas de estas localidades para nutrir la economía negra, de sangre, de negocios dentro la necroeconomía.

 

Estos grupos se encargan del trasiego de drogas, minerales, agua, recursos naturales, etc., riquezas que en la competencia del mercado económico suponen una forma de acumular riqueza para estos grupos y que se vuelven competitivas para la racionalidad económica de poblaciones que son vulnerables y se han transformado en desechables y que en un contexto de competencia con la economía mundial y que los arroja a un contexto de sobrevivencia y de ese modo son sujetos de la violencia de la economía.

 

Pero, que como pie de lucha, se han empoderado y han organizado una nueva forma empresarial donde obtienen y acumulan riqueza a partir de que los otros con los que conviven son también sujetos desechables contra quienes compiten por obtener recursos.

 

La organización armada y la vulneración del otro como procesos de sobrevivencia, se transforma en un arte de muerte, que implica hacer recurso de la muerte de ese otro, que es explotado y estuvo y está precarizado.

 

Entonces, se trata de la formación simbólica y real de un espacio de inmunización donde las personas de comunidades y de la población precarizada y de la población de las comunidades tradicionales a quienes por parte del Estado que debía de brindar los mínimos de subsistencia y que en estos contextos, se constituye como población desechable.

 

Con ello se trata de que en ese germen de la imposibilidad de los gobiernos en funciones y del sistema político en funciones, para dar una vida digna en términos de variables como la educación, los servicios de salud, la oferta laboral y las oportunidades sociales; sean estos agentes criminales dentro de organizaciones violentas los que usan a estas personas como ejercito de reserva, que se usan como mercancías o que se explotan y como materia prima para sus negocios, con las racionalidades propias de su producción de muerte.

 

El Estado es parte de esta situación cuando apoya, deja operar, justifica, se colude, favorece, u obtiene beneficios en los niveles de la administración pública, los gobernantes locales y federales, donde los funcionarios que se encargan de la seguridad en términos locales o federales; los funcionarios que tienen que ver con especular o generar política publica favorece estas prácticas y/o responde a intereses de este tipo.

 

En ese sentido son parte de un gobierno que no solo es corrupto, sino que es aplica técnicas de gobierno o tecnologías de gobierno con finalidades necropolíticas. Gubernamentaliza necropolíticamente sus operaciones de administración y de gobierno con fines e intereses de carácter económico en ese sentido de la necroeconomía.

 

Hay películas que ver como Beautiful de Iñarritu o libros que leer como “La guerra contra las mujeres”, donde autoras como Laura Rita Segato se pronuncian por enunciar y analizar como esto es un estado de guerra contra las mujeres que se describe en estos términos y que tiene un componente de género donde los cuerpos de la explotación y el trabajo esclavo tiene que ver con procesos de trata y de prostitución, la violencia de género que se implica en los feminicidios o la brutalización de sus cuerpos de modos muy diversos con tecnologías de muerte que venden por bitcoins, violaciones y asesinatos en la “deep web” y de los “red rooms” donde se vende la muerte de personas secuestradas al mejor postor.

 

Son ejemplos de cómo estas formas de acumulación por muerte y extinción son un modo de articulación de prácticas del nivel de las noticias de diario que revelan las prácticas de elites o de grupos que afianzan y capitalizan la máquina de negocios de sangre. Y no solo eso, sino son también el espectáculo de la muerte donde los medios de comunicación hacen una estética de estas prácticas y en labor de presentar sus conceptos y formas de vida realizando series como Narcos México, Narcos Colombia o Wire donde pasa este tipo de prácticas en escenarios de países en desarrollo y avanzados en forma de narrativas culturales.

 

Es este proceso también es el que se asocia a que la acumulación de riqueza que rinde sus frutos por la extinción e implica que la muerte es el factor que permite que la acumulación de riqueza que en el campo de la ecología vaya más allá. Es decir, los procesos de extractivismo que están operando para que haya obtención de recursos naturales, minerales, energéticos y básicos de los mega-proyectos de distintos órdenes, implica otras prácticas muerte como las ya mencionadas, pero que en sus nuevas condiciones para lo ecológico son prácticas como el tráfico de animales, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la agroindustria intensiva, que junto con la historia de la explotación de la naturaleza se transforma en pandemias como la actual.

 

Nos acercamos de manera progresiva hacia los virus y patógenos y les damos condiciones para que proliferen y se transformen en organismos super-resistentes, el tráfico de animales nos acerca a las cepas de virus SARS-Co V, la deforestación al Ébola, la pérdida de biodiversidad al Hantavirus, el cambio climático al Dengue o al Zika, la agroindustria a la gripe porcina H1 N1. 

 

Esta pregunta es el calado actual de muchos escenarios donde la necro-economía es que el universal de la comunidad de producción desata la propia catástrofe del sistema a dosis homeopáticas, no solo en el suelo de lo inmediato en casa dentro del país avanzado o la ciudad global como la CDMX, sino en las zonas de países en vías de desarrollo, en las fronteras, ejemplos hay es la frontera México-EU, son las zonas mineras de África donde hay rivalidades étnicas que generan las guerras raciales vinculadas a la necro-economía, son los guettos de países avanzados y en vías de desarrollo como en Brasil, y es como dice Derrida del espectro, que son los muertos los que reclaman en el teatro de operaciones, que como en Hamlet de Shakespeare se trata de un tiempo que es “out of joint”, está dislocado.

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