El día de ayer, la mayor parte de los salvadoreños que emitieron su voto en las elecciones legislativas y municipales del país centroamericano, dieron su aval al proyecto autoritario de los hermanos Bukele. El prototipo de dictador millennial posicionó un discurso de posible fraude, atacando al árbitro electoral, propagando un discurso de odio contra la oposición y violando sistemáticamente la legislación electoral, por ejemplo, llamando al voto por su partido a media jornada.