Una casa hecha de luz

En estos días, cuando la soledad intensifica el silencio de los pasillos, las habitaciones, los jardines y la azotea de la casa que construyó en 1928, se antoja imaginar qué pensaría Luis Barragán si hoy pasara por aquí. Si asistiera, por ejemplo, a la inauguración de una exposición, o bien a alguna conferencia.