La galería francesa Osenat ha puesto a la venta una gran colección de objetos personales de la reina María Antonieta. La colección, bajo el título "La Royauté à Versailles" (La Realeza en Versalles), comprende objetos personales como medallones, monedas, manuscritos e incluso mechones de pelo. Las subastas comenzaron con un zapato perfectamente conservado que ha multiplicado por cuatro el precio de salida.
El zapato de María Antonieta se vendió por 43.750 euros a un "coleccionista privado extranjero", explicó a Efe una representante de la casa de subastas Osenat.
Se trata de una pieza con seda en el empeine (ligeramente deshilachado), de piel de cabrito en la parte de atrás y suela de cuero. Mide 22,5 centímetros de largo, lo que equivaldría a una actual talla 36 de pie. En el talón se puede leer una pequeña inscripción hecha con pluma: "zapato de María Antonieta regalado al señor de Vosey".
El zapato subastado procede de la familia de Charles Gilbert de Lachapelle, que era comisario general de la casa del rey Luis XVI, que también fue guillotinado en la Revolución Francesa. La mujer de Lachapelle, Marie Emile Leschevin, era amiga de la primera dama de cámara de la reina, Madame Campan. Se desconoce dónde está el otro zapato que formaría el par. También se subastó un baúl guardarropa de madera de María Antonieta antes de convertirse en reina por 27.500 euros, muy por encima de la estimación de venta establecida en 8.000 euros.
Odiada en su tiempo por sus contemporáneos por su imagen frívola y derrochadora, María Antonieta se considera sin duda una de las impulsoras de lo que hoy en día se conoce como alta costura francesa. Sus vestidos eran copiados por todas las demás cortes europeas.
Su modista Rose Bertin se convirtió en una especie de "ministra de la moda". Cada temporada confeccionaba para la regente doce vestidos de gala, doce de mañana, doce para veladas de tarde y otros doce para cenas.
María Antonieta jamás repetía look (al menos sin retocar) y recibía cada semana dieciocho pares de guantes y cuatro pares de zapatos. Su biógrafa Hélène Delalez aseguraba que "la reina no seguía la moda, 'era' la moda".