La industria editorial vive un escenario de supervivencia, como muchas de las artes después de un año devastador a causa de la pandemia de Covid-19, “el peor del que se tenga memoria”. La contingencia ha obligado a buscar nuevas formas de llegar al público, como migrar a Internet, con el impulso del comercio electrónico, ediciones digitales y presentaciones de libros con transmisiones a través de redes sociales.