envidia

El Diccionario Filosófico de Voltaire dice que la envidia es una pasión vergonzosa. Pero es, a palabras de Bernard de Mandeville, útil y conveniente. Es tan natural en el hombre como el hambre y la sed: “Si queréis que vuestros hijos se odien, mimad más a uno que a otro y lo conseguiréis”. Del latín “invidia”, del verbo, “in-video”, refiere, como lo hace el de Centeno, mirar con malos ojos, torcidamente. Implica, pues, negar, privar; es algo empotrado en lo visual. Es el “¡qué me ves!”.