La gimnasta estadunidense Jade Carey se proclamó este lunes campeona olímpica en piso, sucediendo a su compatriota Simone Biles, baja para esta final, por delante la italiana Vanessa Ferrari, que se colgó la plata.
El bronce para la japonesa Mai Murakami y la rusa Angelina Melnikova, mientras la brasileña Rebeca Andrade, la sorpresa de estos juegos, se quedó al pie del podio en quinta posición.