El 22 de septiembre de 1910, se inauguró la Universidad Nacional de México, que actualmente es la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, que este martes conmemora su 110 aniversario.
Prácticamente todos los mexicanos conocen los símbolos de la UNAM, como sus colores, su escudo y hasta su porra, pero pocos conocen su origen. Por ello, aquí presentamos de dónde vienen e, inclusive, quién los creó.
El Escudo
El abogado, filósofo y escritor José Vasconcelos es considerado como “El Apostol de la Educación” en México, ya que, pasada la Revolución Mexicana, sentó las bases para crear el sistema educativo del país.
Pero antes de ser nombrado como el primer secretario de Educación de la historia mexicana, ocupó la rectoría de la UNAM durante poco más de un año, entre junio de 1920 y octubre de 1921, tiempo en el que diseñó el escudo que hasta hoy identifica a la Máxima Casa de Estudios.
El escudo es un ave con dos cabezas (es decir, “bicéfala”) que de un lado es un águila mexicana y del otro es un cóndor andino; la primera es representativa de Norteamérica y la segunda de Sudamérica.
El ave, junto con el mapa de América Latina (desde el Río Bravo, hasta Cabo de Hornos), representa la unificación de los Latinoamericanos.
El Lema
Vasconcelos decía: “Nuestro continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta, la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas y se consumará la unidad”.
Con esto quería decir que en el Continente Americano vivía una nueva raza que era mezcla de todas las razas del mundo, como la blanca de los colonizadores europeos, la amarilla de los nativos amerindios, y negra de los esclavos africanos.
Entonces, él proponía que en el Continente Americano surgiera la “quinta raza”, a la que también se le llamaba “raza de bronce” o “raza cósmica”, la cual construiría una nueva especie de civilización que transmitiría su conocimiento e iniciaría una nueva era universal en la humanidad.
Así, el lema “Por Mi Raza Hablará el Espíritu” representa la intención de que esa raza se convertiría en una especie de guía de la humanidad.
Debido a esto y a su gran fe religiosa, hay quien asegura que Vasconcelos se refería al “Espíritu Santo”, uno de los tres integrantes de la trinidad que rige la religión católica.
Los Himnos
Hay quien cree que el himno de la Universidad es el que se canta al inicio de los partidos de los Pumas cuando juega como local en el estadio de Ciudad Universitaria, pero no es así.
Ese himno tampoco es exclusivo del equipo de futbol de la UNAM, sino de todos los equipos deportivos representativos de la Universidad.
Fue creado en 1940 por un grupo de universitarios integrado por Ernesto “Agapito” Navas, Luis Pérez Rubio, Alfonso de Garay, Gloria Vicens, Angel Vidal, Fernando Guadarrama e Ismael “Tío” Valdez.
El himno universitario “oficial” es otro, el cual fue escrito por Romeo Manrique de Lara y musicalizado por Manuel M. Bermejo y se trata de una pieza que está compuesta para que lo canten alumnos y profesores a coro. Se interpreta solamente en ocasiones muy especiales.
La Goya
La porra universitaria sí se corea tanto en eventos deportivos como oficiales y tiene su origen en los años 40, cuando José Luis Rodríguez “Palillo” (un joven que se ganó ese apodo debido a que era muy delgado), que era estudiante de la Preparatoria 1 (la cual se localizaba en el actual Museo de San Ildefonso, en el Centro Histórico), negociaba con los encargados de los cines cercanos para que los estudiantes se fueran “de pinta” a ver películas en vez de entrar a clases.
Los cines eran el Venus, el Río y el Goya, por lo que cuando los jóvenes estudiantes organizaban la “ida de pinta”, empezaban a gritar “¡goooya!, ¡goooya!”.
Así, ese grito tan popular se convirtió en el llamado para que todos corearan el “cachún cachún ra ra” que le sigue. Hoy, al inicio de la porra en el futbol, la afición cuenta del uno al tres, pero eso se agregó en tiempos recientes.
“Palillo”, desde los 80 y hasta su muerte en 2005, laboró en Canal 13-Imévisión-TV Azteca como encargado de Relaciones Públicas.
El Puma
El Puma es el animal representativo de las actividades deportivas de la Universidad, aunque es el futbol el que lo ha hecho más popular y, en realidad, no se reproduce forzosamente en los uniformes de otras disciplinas.
Si se observa bien, se puede identificar que los ojos, la nariz y la boca del puma están formadas por un goalpost (los postes del gol de campo del futbol americano) que, a su vez, también representan una letra “U” de “Universidad”.
Este escudo fue creado por Manuel “El Pajarito” Andrade, egresado de la UNAM y que hizo sus primeros bocetos frente a la jaula de los pumas que habitaban el zoológico de Chapultepec. Él trabajaba en Actividades Deportivas de la Universidad, fue un atleta que representó a México en los Juegos Olímpicos de 1968 y nunca recibió un peso por su diseño.
El mote de “pumas” para los equipos universitarios surgió en la década de los 40, cuando el coach del equipo de futbol americano, Roberto “Tapatío” Méndez, lo seleccionó porque era su animal favorito y porque conjuntaba las características que él buscaba en sus jugadores: fuerza, agresividad, valentía, inteligencia y rapidez.
El azul y oro
Hasta finales de los 70 e inicios de los 80, el deporte más representativo de la UNAM fue el futbol americano. El primer equipo de esta actividad lo fundaron unos hermanos de apellido Noriega en los años 20, cuando conocieron esa disciplina durante una estancia en la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos.
El uniforme del equipo de los hermanos Noriega tomó los colores del representativo de Notre Dame, que eran el azul y el oro, los cuales se quedaron para siempre en la UNAM.