Un 20 de octubre, pero de 1942, se emitió un decreto que establece la versión oficial del el Himno Nacional Mexicano, por el presidente Manuel Ávila Camacho, razón por la cual este martes cumple 78 años.
¿Cómo nació el Himno Nacional?
De acuerdo con la historia de México, el país había tenido una gran cantidad de ‘himnos’ o canciones patrias, pero ninguna logró colocarse como un verdadero emblema de la patria, por lo que fueron descartados.
Tras la guerra de México con Estados Unidos, de 1846 a 1848, el país necesitaba de un espíritu patriótico para alzar los ánimos, por lo que se formó una llamada Junta Patriótica que convocó un concurso para buscar la letra que acompañara la música del pianista austriaco Henri Herz y con ello se formara el himno nacional.
Personajes destacados de la época, como Andrés Quintana Roo, Manuel Lacunza, José Joaquín Pesado, Manuel Carpio y Alejandro Arango y Escandón, formaban el jurado para elegir al ganador.
Irónicamente quienes respondieron a tal convocatoria fueron, en su mayoría, músicos y poetas extranjeros.
Así que el estadounidense Andrés David Bradburn fue elegido para hacer la letra, misma que estaría musicalizada por Henri Hertz, pero esta dupla no tuvo éxito y el himno fue descartado.
Nuevamente se lanzó la convocatoria, esta vez Antonio López de Santa Anna organizó un concurso en el que motivaba a los mexicanos a participar. Junto con Miguel Lerdo de Tejada, el Presidente mandó a publicar el 12 de noviembre de 1953 en el Diario Oficial la nueva convocatoria.
Se buscaba un “canto verdaderamente patriótico”, dijo el entonces presidente Antonio López de Santa Anna. Los participantes tendrían un plazo de mes y medio para enviar sus propuestas, ya sea de la letra o la música, o ambas.
El 5 de febrero de 1854 se dio a conocer que el joven de 29 años de edad, Francisco González Bocanegra, originario del estado de San Luis Potosí, había sido el ganador de la letra; ahora faltaba la música.
No fue sino hasta el 15 de agosto de ese mismo año que se encontró el complemento ideal para la letra de González Bocanegra. Se trataba de la música que llevaba el nombre ‘Dios y Libertad’ y que era firmada por “J.N”, las iniciales de Jaime Nunó.
Tanto el himno nacional, como la bandera y el Escudo Nacional, son los tres símbolos patrios de México. No fue sino hasta 1943 que se convirtió en el himno oficial del país gracias al presidente Manuel Ávila Camacho.
¿Cuántas estrofas tiene el Himno Nacional?
Aunque actualmente el Himno Nacional Mexicano se compone por cuatro estrofas y un coro, no siempre fue así.
Originalmente la letra del himno nacional se componía por 10 estrofas, pero con el tiempo estas se redujeron y únicamente quedaron cuatro estrofas y un estribillo, que son las que se usan actualmente.
Letra completa del Himno Nacional Mexicano
(Coro)
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas,
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo, tu frente,
volverán inmortales a ornar.
III
Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos;
solo encuentre el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
Te defiende la espada terrible,
Y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor.
El será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con horrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.
VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra:
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornáranse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los bravos premiar.
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
de la Patria en las aras sucumba
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille de gloria la luz.
Y de Iguala la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa la cruz.
X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva;
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria;
¡un sepulcro para ellos de honor!