Algunas ciudades neerlandesas vivieron su tercera noche consecutiva de disturbios, vinculados en principio a protestas por la decisión del gobierno de agregar un toque de queda nocturno al ya estricto confinamiento que sufre Países Bajos.
La motivación por atrás de los incidentes en Rotterdam y en la ciudad sureña de Geleen el lunes no estaba clara de inmediato, pero los alborotadores eran en su mayoría adolescentes y veinteañeros.