Clasificó Real Madrid a Semifinales de la Champions League, luego de igualar sin goles con Liverpool, pero avanzar con global de 3-1, encuentro celebrado en Anfield, donde lo más destacado fue el minuto de silencio en homenaje a las 96 víctimas de la Tragedia de Hillsborough, sucedida el 15 de abril de 1989.
Real Madrid de nueva forma entre los cuatro primeros, instancia donde se medirá al Chelsea, verdugo del Borussia Dortmund.
El equipo encabezado por Zinedine Zidane estaba prácticamente eliminado hace sólo cuatro meses, llegó con dudas a las eliminatorias y superó con sudor y lágrimas una fase de grupos más que irregular.
No obstante, sus mejorías en el tramo decisivo de la temporada han sido fundamentales para que los blancos tengan la decimocuarta Orejona a tan solo tres partidos.
Este reto no era menor ante un Liverpool que casi con la misma plantilla fue campeón hace dos años en el Wanda Metropolitano de Madrid.
Al inicio la dureza fue el mejor argumento para los pupilos de Jürgen Klopp, que pronto buscaron el tobillo de Karim Benzema para marcar el terreno. Recordó a la jugada de Mohamed Salah y Sergio Ramos hace tres años en la final de Kiev, pero con los equipos invertidos en esta ocasión.
Sin embargo, el egipcio fue quien gozó de una clara ocasión a los dos minutos que requirió la intervención de Thibaut Courtois, en este caso con los pies y con todo a favor del africano.
Un primer susto que se vivió en su área a los merengues hasta que Luka Modric cambió por completo el devenir del acto inicial. El croata puso temple y dio aire con largas circulaciones para frenar a los Reds.
Fue Modric quien realizó el primer disparo del Real Madrid, que convirtió el tramo inicial en una toma y daca en ambos costados del ring.
James Milner contestó con otro buen lanzamiento que detuvo Courtois con solvencia y plasticidad. Esos fueron los mejores momentos del conjunto inglés, que fue perdiendo “punch” según se acercaba el descanso.
Benzema, fue muy castigado por la zaga local, tuvo la más clara para los españoles con un disparo rebotado que acabó en la base del poste. Pudiera haber sido la sentencia definitiva, pero no, Liverpool se ganó una vida extra en los instantes previos al descanso. Salah y Wijnaldum probaron fortuna con dos “zurriagazos” que se fueron a la grada.
En la segunda parte, el equipo de Klopp estaba obligado a la reacción, pero fue capaz de generar mucho menos peligro del que hubiera imaginado a la improvisada defensa del Real Madrid. Nacho y Militao sacaron matrícula de honor, y Valverde –“novedoso” lateral derecho- se hizo dueño del carril sin apenas sufrimiento.
Vinicius, mucho menos brillante que en el primer eencuentro, tuvo un mano a mano que hubiera acabado con cualquier debate, pero el brasileño controló mal y dio ventaja a Allisson Becker.
De esta forma restaba media hora, Klopp movió el banquillo metiendo a un delantero más, pero Real Madrid estuvo impecable, no dejó una rendija en su defensa y fue aliándose con el reloj.
Diogo Jota fue quién más cerca tuvo el gol con un disparo al lateral de la red, pero ni tan siquiera metió el miedo en el cuerpo a un Real Madrid que -por novena ocasión consecutiva tras jugar los cuartos- accede sin fallos a semifinales, la vigesimonovena de su historia entre ‘Champions’ y la vieja Copa de Europa.
Benzema pudo haber cerrado la visita a Anfield con una nueva victoria, pero su cabezazo no cogió portería pese a estar libre de marca.
Real Madrid salió de Anfield con un empate que sabe a victoria y le deja muy cerca de seguir siendo el auténtico rey del ‘Viejo Continente’. Liverpool no fue tanto Liverpool y la decimocuarta ahora ya está mucho más cerca.