Haití es el país más pobre de América. El futbol en aquella nación es un asunto semiprofesional y por lo tanto los equipos que integran su liga compiten en enorme desventaja respecto a sus rivales de la región. De ahí proviene el Arcahaie, el equipo que debuta en la Liga de Campeones de la Concacaf ante Cruz Azul, que empataron sin goles en un partido cuyo resultado es casi épico para los caribeños.
Es evidente que resultan incomparables las estructuras financieras de estos equipos que se enfrentaron anoche en el juego de ida de los octavos de final de la Concahampions. De entrada, se jugó en Santo Domingo, en República Dominicana, y no en el estadio Parc Saint-Yves, cancha del Arcahaie que no cumple con las condiciones que exige la Concacaf para este certamen. No sólo las instalaciones, sino también por la zozobra política y social en el país no permite las garantías de seguridad como se acostumbra en estos torneos.
Por esta razón, que un puñado de semiprofesionales alargaran los minutos con el marcador en cero era lo más parecido a una hazaña que puede ofrecer un equipo en estas circunstancias. La Máquina tocaba con alguna idea, tímida, pero notoria, y se desplazaba con oficio, pero no lograban desentrañar una lógica del rival, basada más en la voluntad y la ganas de hacer algo que los enorgulleciera que en una apuesta de juego.
Santiago Giménez, el Chaquito, tuvo alguna oportunidad, pero el músculo recio y el ansia de no dejarse ante el equipo grande de los haitianos, le impidió culminar sus intentos. Pero ni Walter Montoya ni Elías Hernández lograron hacer daño, aunque se quedaron muy cerca. El profe Juan Reynoso, técnico del Cruz Azul, lucía incómodo, tanto como sus jugadores poco acostumbrados a enfrentar a once rivales que aunque no luzcan con el futbol, no se dejan avasallar.
El club haitiano empezó mal. Horas antes del partido la Concacaf informó que dos jugadores del Arcahaie dieron positivo a Covid 19 y puestos en resguardo de los protocolos sanitarios. Diezmado de entrada, el conjunto caribeño resultó un verdadero galimatías al conjunto celeste, que tampoco brilló en imaginación para sobreponerse ante los escollos que le opuso el rival.
Y con esfuerzo el conjunto haitiano se fue con un empate sin goles, que difícilmente volverán a conseguir cuando devuelvan la visita al cuadro celeste.
