La ceremonia de premiación del Mundial de Clubes se vio envuelta en la polémica, luego de la actitud del jefe de Qatar, ya que ignoró la presencia de las mujeres árbitro brasileñas. Les negó el saludo, o como se estila en la pandemia, el choque de puños.
La FIFA anunció con bombo y platillo la inclusión de las mujeres en este torneo. La tripleta brasileña formada por Edina Alves Batista, Neuza Back y Marisna de Almeida, fueron las encargadas de dirigir un juego, el que definía el quinto lugar entre el Ulsan Hyundai y el Al Duhail, noticia que dio la vuelta al mundo.
Parece que esto no le interesó a Hamad bin Khalifa Al-Thani, hermano del Emir de Qatar, quien fue el que negoció que el país fuera designado sede de la próxima Copa del Mundo, y también ha sido acusado de realizar actos de corrupción para conseguirla.
En la ceremonia de premiación, el Emir chocó el puño con todos los jugadores y miembros del cuerpo arbitral que pasaron frente a él, pero cuando llegó el turno de los brasileñas Edina Alves y Neuza Back, que actuaron como cuarto y asistente en la final, simplemente las ignoró.