El Comité Olímpico Mexicano (COM) informo, por medio de redes sociales, el fallecimiento del ex marchista Ernesto Canto, quien tenía 61 años de edad.
En su mensaje, el COM le deseó una pronta resignación a su familia.
“La Familia Olímpica mexicana lamenta el deceso de Ernesto Canto, miembro del Comité Ejecutivo del COM y un ícono de la marcha mundial; ganó todo y se consagró con el oro obtenido en los 20 km de los Los Ángeles 84.
Le deseamos a sus seres queridos pronta resignación. QEPD”, indica el mensaje publicado en Twitter.
Nacido en la Ciudad de México el 18 de octubre de 1959, Canto se dio a conocer como un grande del atletismo al ganar la Copa Mundial de Valencia de 1981, aunque su primer gran triunfo fue el 7 de agosto de 1983 en Helsinki, donde se transformó en campeón de la marcha de 20 kilómetros y ganó su primera medalla de los primeros campeonatos mundiales de atletismo.
Esa vez Ernesto detuvo los relojes en 1h20:49 para sacarle 10 segundos de ventaja al checo Jozef Pribilinec; posteriormente tras un año se confirmó como el mejor del mundo al ganar el oro en los Olímpicos de Los Ángeles, con 1h23:13 y siete segundos de ventaja sobre su compatriota
Al ganar los Juegos Panamericanos de Caracas 1983 y los Centroamericanos y del Caribe de La Habana 1982, Canto completó el circulo virtuoso de un deportista olímpico, al conquistar medallas de oro todas las competiciones posibles de su disciplina, lo cual nunca nadie repitió en el país entre los hombres y solo lo hizo la campeona de taekwondo María Espinoza, entre las femeninas.
Canto comenzó su carrera deportiva hechizado por la proeza de su compatriota José Pedraza, subcampeón olímpico en México 1968 y desde joven mostró un talento que combinó con una disciplina ascética.
Plusmarquista mundial poco antes de su título olímpico, al caminar los 20 kilómetros en 1h18:40, es considerado uno de los deportistas más grande de América Latina en el siglo XX.
Después de unos meses le fue detectado un cáncer de hígado y páncreas, el cual enfrentó con la misma valentía de sus tiempos de deportista cuando el dolor y el cansancio lo castigaron en los kilómetros finales.