La Asociación de Femenina de Tenis (WTA, por sus siglas en inglés) anunció la suspensión de forma inmediata de todos los torneos en China, a raíz de las preocupaciones por la seguridad de la ex número uno del mundo en dobles, Peng Shuai y de otras jugadoras.
La decisión conlleva la suspensión de nueve torneos, entre los que están las Finales de la WTA, el torneo de final de temporada que había sido asignado a la ciudad china de Shenzhen bajo un contrato de 10 años, pero que no ha podido disputarse por la pandemia de Covid-19. La edición 2020 fue aplazada y la de 2021 se trasladó a Guadalajara, México, de manera puntual.
La suspensión de los torneos en China, incluido Hong Kong, contó con el apoyo total de la Junta Directiva de la WTA y sus integrantes dicen no estar convencidos de que Peng se encuentre bien.
El presidente de la WTA, Steve Simon, justificó la postura en que "no veo cómo puedo pedirles a nuestros atletas que compitan allí cuando a Peng Shuai no se le permite comunicarse libremente y aparentemente ha sido presionada para contradecir su acusación de agresión sexual".
Además, el ente rector del tenis femenino pidió una investigación transparente por las denuncias de Peng. El líder del organismo señaló que “si las personas poderosas pueden reprimir las voces de las mujeres y barrer las acusaciones de agresión sexual bajo la alfombra, entonces la base sobre la que se fundó la WTA, la igualdad para las mujeres, sufriría un inmenso revés". "No dejaré que eso pase ni puedo permitir que eso le suceda a la WTA y sus jugadoras", concluyó.
Esta decisión de suspender los partidos en China le costará a la WTA una pérdida de cientos de millones de dólares entre patrocinios y derechos de transmisión.
La WTA tenía un acuerdo de 10 años a partir de 2017 con la plataforma de transmisión iQiyi como su socio de derechos digitales en China por un valor de 120 millones de dólares.