El alcalde de Río de Janeiro rechazó un plan para permitir que los hinchas vuelvan a los partidos de fútbol profesional y advirtió a los residentes de la ciudad turística que seguirán teniendo problemas para frecuentar sus famosas playas.
Tomar el sol y refrescarse en el mar está oficialmente prohibido en Río, sin embargo, muchos lugareños y turistas han ignorado la prohibición y han acudido en masa a playas de fama mundial como Copacabana e Ipanema.
Ante este panorama, el alcalde Marcelo Crivella solicitó precaución y dijo que tener las playas llenas de visitantes sin mascarillas podría poner en peligro “todo lo que hemos hecho hasta ahora”.
Sus comentarios se produjeron en medio de las críticas generalizadas sobre la flexibilización de las restricciones la semana pasada, que provocó que se repletaran los bares y restaurantes de la ciudad.
Casi 11,000 personas han muerto por COVID-19 en el estado de Río de Janeiro y más de 126,000 han contraído el virus, según datos oficiales.
El alcalde Marcelo Crivella planteó el mes pasado la idea de permitir que los clubes usen hasta un tercio de la capacidad de sus estadios a partir de este fin de semana.
Sin embargo, el jueves desestimó la propuesta porque a su juicio la propagación del virus no está del todo contenida.
El campeonato de fútbol carioca se convirtió el 18 de junio en la primera liga regional de Brasil en reanudarse, mientras que el campeonato del estado de Sao Paulo, el más grande del país, tiene programado el reinicio para el 22 de julio.
El Brasileirao, en tanto, se reanudará el 9 de agosto.
