Está asegurada la continuidad del legendario mariscal de campo Tom Brady con los Buccaneers de Tampa Bay hasta la temporada del 2022, según informó este viernes el equipo.
Sin embargo, no se dieron a conocer los términos del nuevo acuerdo, medios informaron que se trata de una extensión de cuatro años, que elimina la anterior de uno, y por primera vez los Buccaneers dan a un mariscal de campo un segundo contrato.
El nuevo acuerdo permite a los Buccaneers ahorrarse 19 millones en el tope salarial de este año.
Mientras que el resto de los años de contrato le permitirán amortizar el salario de más de 25 millones de dólares que recibirá Brady, quien aceptó este tipo de acuerdo para facilitar que el núcleo de los actuales campeones del Super Bowl se mantenga unido.
El propio Brady, a través de su publicación de Instagram mostró una foto en el momento de la firma del nuevo contrato y dijo que estaba listo para ganar el octavo Super Bowl.
Brady, de 43 años, había mencionado anteriormente que su objetivo era jugar hasta los 45, pero durante la semana del Super Bowl expresó su deseo de seguir después de esa edad.
Brady cumplirá 44 la próxima temporada y sumando un año a su acuerdo estará bajo contrato hasta que cumpla los 45. La familia jugará un papel importante a la hora de determinar si, de hecho, Brady juega más allá de esa edad.
En su primera temporada con los Buccaneers, Brady obtuvó su séptimo título de Super Bowl, tras vencer a los Kansas City Chiefs por 31-9 en el Raymond James Stadium, de Tampa, en lo que fue el primer Super Bowl que tuvo a un equipo jugando en su propio campo.
El acuerdo de Brady les da a los Buccaneers espacio para mantener al apoyador externo Shaq Barrett, quien anotó 4,0 capturas durante los playoffs y lideró la NFL con 19,5 capturas en el 2019.
Además, esperan hacer lo mismo con el ala cerrada Rob Gronkowski, el tackle defensivo Ndamukong Suh, el receptor abierto Antonio Brown, el pateador Ryan Succop y el corredor Leonard Fournette, quienes a partir del próximo miércoles están listos para convertirse en agentes libres si antes no alcanzan nuevos contratos.
