En Ciudad Universitaria hubo una fiesta con el regreso de la afición y el triunfo de Pumas por la mínima diferencia ante Bravos.
Quien más ganó fue la afición felina que pudo volver a su estadio, y aunque a su equipo le costó sacar el resultado e incluso sigue carente de goles, disfrutó y gritó a lo largo de los 90 minutos, en los que también respetó las medidas sanitarias.
Hoy Pumas volvió a sentir el cobijo de su gente en la tribuna. Y es que Universidad fue el último equipo de la Liga MX que le abrió las puertas a la afición, y con el aforo permitido (40%) la gente le respondió a los felinos, que aunque siguen 'peleados' con el gol, mantuvieron a sus aficionados al filo de la butaca, pero haciendo corajes por la falta de gol y el exceso de fueras de lugar.
La afición no pisaba su casa desde el 6 de marzo de 2020. Porque en cuanto a lo deportivo, Pumas parecía tener un rival 'a modo', pero no pudo concretar ninguna de las opciones que tuvieron, incluso, en la recta final del primer tiempo, Víctor Velázquez, jugador de Juárez, puso adelante a Pumas por un autogol que acabó anulado por fuera de lugar.
Arrancó la segunda mitad y fue Juan Ignacio Dinenno quien retomó la lucha por anotar, hasta que se le concedió. Anotó, celebró, la gente gritó como hacía mucho no lo hacía, pero de nueva cuenta, un fuera de lugar evitó que se moviera el marcador a favor de Pumas.
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