Por Redacción
En la zona de bares de Beirut, cientos de jóvenes libaneses, escoba en mano, barren los escombros tras las explosiones que devastaron a la ciudad, sin esperar una operación de limpieza del Estado, que consideran inepto.
"¿Qué Estado?" protesta Melissa Fadlalá, una voluntaria movilizada en la calle Mar Mikhaël, famosa por sus bares y restaurantes, no muy lejos del puerto de la capital libanesa.