Las maras están construyendo el futuro en El Salvador. A partir de que el gobierno de Mauricio Funes les enseñó a negociar políticamente, las estructuras pandilleriles son capaces de hacer paros del transporte público, controlar territorios, construir fronteras y normas de facto, extraer renta de los habitantes y, sobre todo, activar o desactivar la palanca de la violencia homicida. Las maras son actores políticos, por eso los políticos en campaña se les acercan, les ofrecen dinero y políticas públicas. Ya hay videos y procesos penales sobre eso.